Patrocinado porPatrocinado por

Eurodiputados españoles instan a la Comisión a rectificar y dejar sin efecto las 87 vedas

jesús carballo BRUSELAS / E. LA VOZ

SOMOS MAR

Delmi Álvarez

El Ejecutivo comunitario se aferra a que actuó siguiendo el dictamen científico y acatando las órdenes de Parlamento y Consejo en el 2016

11 oct 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

Una nueva intervención quirúrgica en la rodilla que ya tenía maltrecha el comisario de Medioambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, desbarató la comparecencia que tenía prevista para ayer en el Parlamento Europeo. Frustró así las expectativas que tenían los eurodiputados de la Comisión de Pesca de exponer a la cara al lituano, en caliente, todo el malestar que ha generado la entrada en vigor el pasado domingo del acto de ejecución que limita la pesca de fondo en 87 áreas del Atlántico nororiental. Tampoco se presentó la directora general de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare), Charlina Vitcheva, por lo que los eurodiputados españoles, unánimes en la causa por intentar que la Comisión Europea rectificase su decisión tuvieron que conformarse con la presencia en la sala del director adjunto de la DG Mare, Sadauskas Kestusis. El representante del Ejecutivo comunitario, también lituano, aguantó estoico el chaparrón que caía de las filas españolas para expresar después que «la Comisión ejecutó lo que decidieron el Parlamento Europeo y el Consejo como colegisladores» cuando se aprobó el reglamento de aguas profundas de 2016, al que no se le ha cambiando nada para sacar adelante el acto de ejecución. «No sé por qué les sorprende, cuando sabían lo de las 87 vedas desde enero del 2021», dijo Kestusis.

En cuanto a que los palangreros y otras artes de fondo fijas hayan acabado vetadas en profundidades de 400 a 800 metros cuando los estudios científicos solo hacían referencia a las móviles como el arrastre, dijo que ha sido porque el reglamento del 2016 hablaba de artes de fondo, sin dejar «ningún tipo de margen para establecer una distinción en las artes de pesca señaladas».

Sin garantías de cambio

El acto de ejecución que entró en vigor el 9 de octubre debe ser revisado anualmente y se hará con el informe que, según dijo Kestusis, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) publicará a partir del 15 de diciembre —no en noviembre, como estaba previsto—. Ahora bien, eso no quiere decir que vaya a haber cambios.

El representante de la Comisión justificó haber tomado la decisión ahora —«en el peor momento y de la peor manera», según el popular Gabriel Mato—, porque de no haberse adoptado ahora «nos pondríamos en la primavera del 2023, con suerte». Ya van «cuatro años de retraso y no tenemos ningún tipo de garantía de que el ICES recomiende algún cambio».

«Rectificar es de sabios», subrayó el europarlamentario del PP, Francisco Millán Mon, al tiempo que recordaba que «el sábado muchos ciertos de personas que conozco bien se manifestaron en Ribeira para protestar contra este acto porque son trabajadores honrados que solo quieren vivir de su trabajo en la cadena mar-industria y se sienten maltratados e ignorados por la Comisión».

En la misma línea se posicionaba el eurodiputado socialista de Lalín, Nicolás González Casares, que añadió que esta iniciativa «va a provocar el desplazamiento de las embarcaciones a otras áreas que ya tienen barcos pescando y eso puede dar lugar a conflicto», además de advertir que, en plena descarbonización y Green Deal, se está atacando a un sector que produce proteínas con escasa huella de carbono.

Ana Miranda, la europarlamentaria del BNG, exhibió en el debate un palangre adquirido en Vigo para ilustrar a Kestusis —a falta de Sinkevicius— el escaso impacto que puede tener un palangre en esas 87 vedas, explicando que en zonas como A Mariña «afectan ao 80 %» de los pincheiros». Eso ha provocado «maruxía, forte maruxía nos portos galegos» finalizaba Miranda.

Indignación al escuchar que las zonas son «microscópicas»

Por si no hubiera sido suficiente aguantar a Sadauskas Kestusis escurrir el bulto y no reconocer el mínimo error, la gota que colmó el vaso fue escuchar al lituano decir que casi hacía falta «un microscopio» para situar las 87 vedas sobre el mapa, a pesar de que « hayan formado parte de la ruta de los pescadores». Y no solo eso, expuso que «se trata de regiones que no ofrecen grandes oportunidades de pesca». No tardaron en reaccionar los eurodiputados españoles al funcionario de la DG Mare. «¿Si esas áreas son microscópicas e insignificantes para qué toman esta decisión?», señaló el socialista González-Casares evidenciando la contradicción en la que incurría Kestusis. Sobre todo porque «son tan microscópicas que ocupan la mitad de un país como Bélgica», de 30.000 kilómetros cuadrados.

También Millán Mon se mostró atónito por lo defendido por la Comisión e ironizó sobre las dimensiones de ese microscopio cuando «estamos hablando de 16.400 kilómetros que representan el 17% de las aguas profundas entre 400 y 800 metros». Como no parece haber propósito de enmienda, Miranda, además de la suspensión del acto, reclamó ayudas urgentes para los afectados que, parece, tampoco habrá, según Kestusis.