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La Comisión dice que cumplió órdenes imponiendo 87 vedas a las artes de fondo

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

M.MORALEJO

Bruselas recalca que solo España refiere problemas para aplicar el veto

09 oct 2022 . Actualizado a las 09:53 h.

La Comisión Europea no acierta a comprender el revuelo que se ha montado en España, con epicentro en Galicia, a cuenta de las 87 vedas a las artes de fondo que a partir de hoy rigen a lo largo de los cantiles de España, Portugal, Francia e Irlanda. Confirma lo que ya trasladó a la Administración, que entre 0 y 400 metros de profundidad se podrá faenar dentro de esas áreas sin problema. En teoría, porque no es fácil de controlar. Y verificar que se aplique es cuestión de los Estados miembros, a los que, por supuesto, el Ejecutivo comunitario está dispuesto a echar una mano, no en vano en Vigo está la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA), que puede prestar apoyo técnico, explica en respuestas enviadas a este periódico.

Ahora bien, «España es el único Estado miembro que ha expresado dificultades para aplicar el límite de profundidad de 400 metros». Algo que no entienden en Bruselas, pues «no es la primera vez que se establecen normas que dependen de la profundidad», como la prohibición del arrastre por debajo de 800 o del enmalle más allá de los 200.

Problemas para tener los datos

La Comisión deja entrever que es cierto que no ha hecho informes de impacto socioeconómico, pero incide en que el dictamen científico «por primera vez, ha incluido consideraciones de naturaleza económica». Se refiere a que se ha examinado el nivel de intensidad de pesca y se han dejado abiertas aquellas zonas de gran valor para la actividad en las que la presencia de hábitats vulnerables era baja. Pero ese método «solo funciona si el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) tiene la información correcta», y sugiere que no era así. «ICES había informado en el 2018 que España tenía dificultades para comunicar estos datos», revela.

Esa comunicación, explica, ha mejorado en el 2022: «España, como cualquier otro Estado miembro, ha presentado la información relevante en las peticiones de datos del 2017, 2018 y 2022». Pero en esta última, «está claro que ICES no puede tener en cuenta esos datos de forma retroactiva e introducirlos en el dictamen del 2021», que fue el que sirvió de base al reglamento.

Sobre el hecho de que los científicos españoles pusieron sobre la mesa «más y mejor» información sobre hábitats vulnerables, más detallada, que no se ha tenido en cuenta, la Comisión apunta que esos datos solo pueden tenerse en cuenta «si se discuten y revisan dentro de los órganos asesores del ICES».

¿Por qué el palangre y otras artes estáticas de fondo han acabado vetadas por debajo de los 400 metros en esas 87 zonas cuando el informe solo analizaba el arrastre?, como ha advertido el propio ICES. Pues porque el acto de ejecución «se aplica a todas las artes de fondo dado que así lo decidieron en el 2016 el Parlamento Europeo y el Consejo al adoptar el reglamento de acceso a aguas profundas», y no por una interpretación del dictamen que haya hecho el Ejecutivo comunitario, justifica este. Es más, añade que la decisión de prohibir todas las artes de fondo fue propuesta por el Parlamento Europeo, que modificó la redacción inicial de la Comisión para proteger los ecosistemas marinos vulnerables. Ante tal obligación legal, no le quedó otra que incluir a todos, dañen o no las especies vulnerables.

Aparte, eso de que el dictamen del ICES no evalúa las artes fijas «es incorrecto». Es cierto, dice, que no se ha medido la intensidad de pesca, pero sí recoge si operan o no. Y si operan, deben prohibirse, como ordenaron Consejo y Parlamento.

Bruselas niega falta de consulta al sector y sugiere desinterés por parte del mismo

Cuando la falta de consulta a las partes interesadas es uno de los argumentos que parecen sustentar el recurso que España está armando para presentar ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), la Comisión Europea niega la mayor. «Tenemos pruebas de que el sector pesquero ha desatendido oportunidades de participación», sustentan desde Bruselas. Y añaden: «Algunas personas que ahora critican a la Comisión por no consultarlas fueron invitadas a participar en talleres organizados».

El Ejecutivo muestra «cierta comprensión» porque el sector estaba atravesando una crisis sin precedentes en los últimos dos años y quizá no estaba para estar pendiente de este asunto. «Pero esa falta de compromiso del sector no puede interpretarse ahora como una falta de consulta».

Para esas pruebas se remite a la plataforma de transparencia de la Unión, donde figuran «invitaciones recordatorios, solicitudes de comentarios e, incluso, un cuestionario sobre los distintos escenarios». Solo hubo 6 respuestas.