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Bruselas define cómo accederá la pesca a créditos sin escucharla

S. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

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Un «xeiteiro» pescando sardina en la ría de Arousa (foto de archivo)
Un «xeiteiro» pescando sardina en la ría de Arousa (foto de archivo) MONICA IRAGO

Europêche y Eapo instan a la Comisión a oír al sector y no solo a oenegés en la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles

19 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en Bruselas repican campanillas o no se escuchan o se ignoran. Abundan quienes no acaban de creerse que la Comisión Europea nunca toca porque sí. Sobran ejemplos, como el veto a todos los artes en contacto con el fondo. Pocos han oído o prestado atención a la última. Aplicando la ciencia para clasificar animales y plantas, ultima la taxonomía, «una herramienta de clasificación regulatoria que ayuda a inversionistas, empresas e instituciones financieras a definir qué actividades económicas pueden considerarse ambientalmente sostenibles». Y, otra vez más, la Unión Europea (UE) marca criterios para la pesca ignorando por completo al sector y guiándose por oenegés «interesadas».

Más pronto que tarde, la taxonomía condicionará el acceso a la financiación de las entidades bancarias que operan en los Veintisiete, así como las inversiones públicas y privadas en todas las ramas de actividad. A finales de año prevé la Comisión someter a consulta las pautas para la flota, definidas por una Plataforma sobre Finanzas Sostenibles con «falta de transparencia, legitimidad y experiencia».

Así se lo han advertido reiteradamente a Mairead McGuinnes, eurocomisaria de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales, las dos grandes representantes de la pesca: Europêche, la Asociación de Organizaciones Nacionales de Empresas Pesqueras de la UE, que preside el español Javier Garat, y Eapo, la Asociación Europea de Organizaciones de Productores Pesqueros, cuyo secretario es el gallego Jesús Lourido.

 «Objetivos inalcanzables»

Cuestionan la «validez» de los criterios para el sector porque la Comisión «hizo caso omiso» a todos los intentos de la cadena de valor del sector para ser escuchada y prefirió guiarse «principalmente por representantes de oenegés ambientales cuya posición es limitada e interesada».

Y no solo eso, sino también con una «falta de conocimientos especializados» que han dado como resultado la intención de imponerle a la flota «criterios inviables y objetivos inalcanzables» para conseguir financiación. Europêche y Eapo constatan que «van mucho más allá de la legislación vigente de la UE, las normas acordadas internacionalmente y la realidad pesquera».

Hasta el punto de que, pese al «impacto socioeconómico de la taxonomía», si la Comisión no cambia las reglas ya decididas, «la gran mayoría de la pesca industrial de la UE, especialmente los buques artesanales a pequeña escala, no podrán ajustarse» a ellas y, por tanto, les cercenarán las opciones de financiación.

 Cuelan su «lista de deseos»

Insistiendo, una vez más, en apelar a la Comisión para que permita «a todas las partes interesadas en la pesca» participar en la definición sobre su sostenibilidad ambiental y socioeconómica, Europêche y Eapo se declaran dispuestas a presentar «una objeción» a la taxonomía de la UE.

Porque perjudica los intereses del sector al establecer objetivos que, además de inviables, no pueden demostrarse porque ni siquiera los organismos científicos que asesoran a la UE «proporcionan el nivel de detalle» decidido. Según Europêche y Eapo, supone introducir «normas completamente nuevas, basadas en la ciencia de selección de cerezas».

A la eurocomisaria MacGuines también le preguntan si no le parece «extraño» que las oenegés aprovechen la ausencia de la flota en la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles para colar su «‘lista de deseos’, reclamaciones que intentaron sin éxito insertar en otros actos legislativos».