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Mar solo atendió 75 de las 406 peticiones de ayudas por covid de las mariscadoras

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

Achaca la baja ejecución de los fondos a los exigentes requisitos de Bruselas

07 sep 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

Cuando el covid puso difícil las cosas a las mariscadoras de a pie, que fueron consideradas como los pescadores sector esencial a pesar de que su marisco —superados los primeros días que las distribuidoras se dedicaron al acopio— no era lo más demandado del mercado, la Xunta lanzó un salvavidas en forma de ayudas. Era el plan Avantemar, dotado con 77 millones de euros, con el que salir al rescate de aquellos profesionales del sector que se veían obligados a salir a trabajar sin tener garantías de no incurrir en pérdidas. Ese montante constituía, a decir de la Xunta, una red de seguridad para aquellos colectivos que no podían beneficiarse de las ayudas del Ministerio de Agricultura y Pesca, que no dudó en calificar de «escasas». De esos 77 millones, algo más de cinco se reservaron para las profesionales del marisqueo a pie que tuvieron que interrumpir su actividad durante la pandemia y no pudieron beneficiarse de la prestación por cese de actividad derivada de la declaración del estado de alarma. Sin embargo, no pudo ejecutar ni el 3 % de ese fondo, como admitió ayer la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Susana Rodríguez, en la Comisión de Pesca del Parlamento de Galicia.

Según los datos que ofreció a la diputada nacionalista Rosana Pérez —que se interesó por el bajo nivel de ejecución y el próximo destino del dinero sobrante—, en la primera convocatoria de ayudas, dotada con 5,2 millones, fueron rechazadas 1.034 de las 1.224 solicitudes. Se desembolsaron solo 142.000 euros. Aún hubo un segundo lanzamiento, esta vez nutrido con dos millones de euros, pero también fallido. De las 406 solicitudes presentadas apenas se pudieron atender 75, repartiendo 72.709 euros.

Ese bajo nivel de ejecución, de apenas el 3 % en ambas convocatorias, dio pie a la portavoz del BNG en la Comisión de Pesca del Parlamento de Galicia a poner en evidencia los ejercicios de «propaganda que fai a Xunta», muy dada, dijo, a «anunciar a bombo e platillo nos medios accións que despois» no sirven para resolver los problemas del mar gallego. Pérez reprochó a Rodríguez Carballo que en la segunda convocatoria no se flexibilizasen los requisitos para facilitar el acceso a las ayudas y abogó por que ese remanente se destinen a cubrir las necesidades del sector.

Incompatibilidades

La directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro admitió que el grado de ejecución en ambas convocatorias fue muy bajo, pero achacó esa circunstancia a que al estar financiado el plan en parte por el FEMP (Fondo Europeo Marítimo de la Pesca), los requisitos son muy exigentes. Para poder beneficiarse, se exigía al afectado que acreditase haber trabajado 120 días en los dos años anteriores, y eso «é moito». Además, este subsidio era incompatible con cualquier otra ayuda y la mayor parte de las trabajadoras de a pie optaron por beneficiarse de la prestación por cese de actividad «á que teñen dereito porque a pagan coa súa cota da Seguridade Social». Por eso, la lectura de Rodríguez difiere de la de Pérez. La responsable autonómica interpreta que la Xunta ha cubierto las necesidades de 75 mariscadoras que no estaban cubiertas por otras ayudas y solo por eso «xa paga a pena», aseguró al tiempo que rechazó las acusaciones sobre el plan de ser mera propaganda.

La encargada del Desenvolvemento Pesqueiro de Mar señaló que la cantidad media que recibió cada beneficiada fue de 970 euros. Traspasado a días, significa que los poseedores de un pérmex de marisqueo a pie general recibieron 91 euros por día, 110 los profesionales del percebe y 60 quienes extraen poliquetos.