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Bicicletas eléctricas contra los furtivos de bañador

La Voz A ILLA / LA VOZ

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Cedida

Los guardapescas de A Illa han comenzado ya a toparse con este insolidario especimen estival

23 jul 2022 . Actualizado a las 21:23 h.

«Las campañas de concienciación sobre lo importante que es respetar el trabajo y el sustente do miles de familias que viven del marisqueo no dan su fruto; apenas comenzada la temporada vacacional, hemos detectado un importante incremento del furtivo de bañador en A Illa de Arousa». Estas palabras fueron compartidas en las redes sociales por los guardapescas de la cofradía isleña, que un verano más ven como entre los cientos de bañistas que acuden a refrescarse a los arenales de esta localidad se cuelan aquellas personas que quieren catar el marisco de A Illa sin tener que pagar por él. Para intentar minimizar el impacto de esos comportamientos insolidarios, las mariscadoras organizan turnos de vigilancia y en las playas se han colocado unos carteles en los que se invita a los bañistas con conciencia a alertar en caso de ser testigos de la faena de algún mariscador ilegal.

La verdad es que la colaboración ciudadana, asegura el patrón mayor de A Illa, Juan Rial Millán, funciona mejor de lo que cabría pensar. Sumada a la presencia de las mariscadoras y al trabajo de los guardapescas, en lo que va de verano ha permitido descubrir con las manos en el marisco a furtivos de bañador que, en esta ocasión, «non levan puñados de ameixa, levan cantidades importantes». Según relata Rial Millán, los guardapescas han descubierto esta misma semana a un hombre que, en la zona de Xestelas, se había hecho con un alijo de especies variadas: en tres bolsas llevaba, perfectamente clasificados, berberechos, almejas y caramujos. El hombre no se percató de que había sido descubierto hasta que tuvo a los vigilantes de la cofradía, que se mueven en bicicletas eléctricas para acceder más fácilmente a cualquier tramo de la costa, al lado. Se enfrenta el individuo en cuestión a una sanción que puede oscilar entre los 301 y los 3.001 euros, como no se cansan de repetir los agentes de la cofradía siempre que pueden.

Juan Rial Millán destaca que los casos que se han detectado este año son de personas «da contorna» que saben bien que llevándose marisco están cometiendo una infracción.