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Acaba la mejor campaña de centollo en Galicia en diez años

S. Ordóñez REDACCIÓN/ LA VOZ

SOMOS MAR

Un espléndido centollo gallego fresco subastado en la lonja de Cambados (foto de archivo)
Un espléndido centollo gallego fresco subastado en la lonja de Cambados (foto de archivo) MARTINA MISER

A 9 euros el kilo se pagó en lonja un marisco que se veda casi cinco meses; desde el sábado entre A Guarda y Estaca de Bares y desde el siguiente, en el litoral cantábrico gallego

22 jun 2022 . Actualizado a las 21:50 h.

Durante los casi cinco meses que Galicia les concede a sus centollas y centollos para que críen y se reproduzcan, seguramente muchos echarán de menos un crustáceo que para algunos es el rey de los mariscos porque reúne sabores y texturas de varios de ellos. Siete de cada diez frescos se venden en los meses de noviembre y diciembre, pero pueden encontrarse en los mercados hasta ahora. Este viernes, 24 de junio, se descargarán los últimos capturados en la costa atlántica gallega, desde A Guarda a Estaca de Bares, mientras de ahí a Ribadeo, en el litoral cantábrico gallego, aún será posible hasta el viernes siguiente, 1 de julio. Acaba la mejor campaña de la última década en las lonjas gallegas, donde desde otoño se vendieron más de 686.000 kilos, a una media de 9 euros el kilo, sin tasas ni impuestos, generando más de seis millones de euros.

Al «particular comportamento reprodutivo» y a las cambiantes condiciones ambientales del medio marino atribuye la Consellería do Mar las fluctuaciones anuales en las capturas de centollo (Maja brachydactyla) y buey de mar (Cancer pagurus), este mucho más escaso en Galicia. Esos dos crustáceos migran para aparearse en aguas más profundas y regresan para poner las huevas. Septiembre y octubre son los meses preferidos por las y los centollos para juntarse y reproducirse, volviendo en diciembre y enero a la costa.

Los científicos también saben que las hembras hacen dos puestas al año, una entre febrero y junio y otra en septiembre. Con la de primavera, más de la cuarta parte están ovadas, mientras en la de otoño se reducen al 10 %. Comprobado que dejar de capturarlos cuando hay más hembras ovadas puede ayudar a aumentar la biomasa reproductora y a regular la pesquería, Mar, tras consultar a las cofradías, los veda cinco meses y, además, marca topes de capturas diarias con intención de modular la oferta cuando se reanude la campaña y evitar caídas de precios.

Desde la desembocadura del río Miño hasta el meridiano que pasa por el cabo de Estaca de Bares no se podrá capturar desde este 25 de junio hasta el 6 de noviembre. Porque las condiciones son diferentes en el litoral cantábrico gallego, de Bares a la desembocadura del río Eo la veda empezará el 2 de julio y rematará el 27 de noviembre. Para toda Galicia, Mar marca un tope de 35 kilos por barco y día, más otros 35 por cada tripulante enrolado. Una parte importante de las capturas proceden de embarcaciones que faenan con miños, seguidos de trasmallos, nasas y raeiras. Quienes lo pescan con nasas deberán retirarlas del mar.

La más productiva

Cuando se actualicen los datos oficiales sobre las ventas que las lonjas envían a la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, seguramente las capturas en Galicia rondarán los 700.000 kilos. Por descargas y por ingresos, ha sido la mejor campaña de los últimos diez años y, aunque el precio medio ha subido respecto a la anterior, los 9 euros por kilo quedan por debajo de otras en las que escaseaba más, como en la del 2016/17, cuando se pagó en primera venta a más de 13 euros de media.

La del 2020/21 se cerró con 650.000 kilos, 5,7 millones de ingresos y una cotización media de 8,8 euros el kilo. En la anterior se rozaron los 400.000 kilos y los 4,5 millones de euros, con un precio de 11. Casi medio millón de kilos, más de 4,5 de euros y una media de 9,3 en del 2018/19. Durante la que la precedió, se descargaron 550.000 kilos, que generaron 4,7 millones, a 8,7 de promedio. El techo por kilo en primera venta lo marcan los 13,2 euros del 2016/17, cuando se vendieron 270.000 kilos que dejaron 3,6 millones de euros.

Desde la temporada del 2015/16 hasta la del 2012/13, las descargas fueron, en números redondos, de 333.000, 237.000, 192.000 y 346.000 kilos. Y la facturación, de 3,5, 2,8, 2,2, y 2,8 millones de euros, respectivamente, con unas cotizaciones medias de 10,7, 12,5, 12 y 8,6 euros por kilo.

El buey de mar

Abunda mucho menos otro crustáceo, el buey de mar, cuyas ventas hasta ahora rondan los 21.000 kilos, a un promedio de 8,5 euros el kilo, con lo cual reportaron alrededor de 175.000 euros. Con un ciclo migratorio menos conocido, pero según Mar muy semejante al del centollo, el buey se captura a más profundidad y con artes que se dirigen a otros crustáceos o multiespecíficas. Todavía queda tiempo para degustarlo fresco porque la consellería le aplica en toda Galicia el mismo período de veda, del el 3 de septiembre al 6 noviembre.