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El vertido de lubricante industrial se extiende por más playas camariñanas

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

SOMOS MAR

Xosé Xoán Bermúdez Tajes

A la zona de Arou llegó ayer una gran bola de unos seis kilos de peso

14 jun 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

La playa de Arou, distinguida con la Bandera Azul, estaba ayer llena de bolas de lubricante industrial de color amarillo que empezaron a llegar a los arenales de Camariñas el viernes por la tarde. Ayer se localizó en Caramuxeiro, una zona de piedras, una bola que pesará unos seis kilos. Fue retirada por el patrón mayor de Camelle, Xosé Xoán Bermúdez Tajes, que ha estado recogiendo esta sustancia de los arenales durante buena parte del fin de semana. Ahora, su preocupación se centra en las rocas, teme que con el efecto del calor de ayer y de los próximos días la grasa se deshaga y llegue a afectar a la mejilla e incluso a los percebes. De hecho, en la pieza más grande que ha sido localizada hasta el momento ya había un bígaro, que probablemente quedó pegado.

La sustancia es probablemente grasa de la que se usa para los rodamientos y para evitar la corrosión en los barcos. De momento se ha presentado bastante compacta y sólida, aunque en pequeñas piezas en su mayoría, pero ya han sido vistas algunas aves marinas con el pecho manchado de amarillo. En concreto han sido dos chorlitos grises, que viven en zonas arenosas.

Xosé Xoán Bermúndez Tajes

A principios de marzo del 2020 afectó a la Costa da Morte un vertido muy similar que provocó la mortandad de más de 300 aves marinas, en su mayoría, frailecillos, al quedar impregnadas. Responsables de la asociación Hábitat describían entonces el vertido como «unha substancia aceitosa, pegañenta, alaranxada, con cheiro desagradable, que manchou ou mesmo embebeu, á meirande parte dos corpos atopados».

El patrón mayor de Camelle, que fue el primero en detectar esta contaminación de la playa de Lobeiras dio aviso a la Consellería do Mar, que mandó al servicio de guardacostas a Arou a primeras horas de la mañana del domingo, probablemente para recoger muestras, aunque todavía no se ha dado ninguna explicación al respecto. También avisó a la alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, sobre todo por la situación en la que se encuentra la playa de Arou, una de las más visitadas del municipio.

El principal temor es que todavía haya mucho lubricante en alta mar y que el viento del norte lo vaya arrastrando a la costa, que es lo que parece estar ocurriendo en los últimos días. No se sabe qué cantidad puede llegar a los bancos marisqueros. Ahí sí que pueden darse problemas importantes porque la grasa tenderá a extenderse cuando aumenten las temperaturas y ya no podrá recogerse como ahora en las playas, lamentan desde la corporación marinera.