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Navantia y Windar envían desde Fene las primeras estructuras al parque de Iberdrola en Francia

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL / LA VOZ

SOMOS MAR

El buque Caroline ya tiene embarcadas las cuatro primeras «jackets» con destino al parque eólico de Saint Brieuc, de Iberdrola
El buque Caroline ya tiene embarcadas las cuatro primeras «jackets» con destino al parque eólico de Saint Brieuc, de Iberdrola José Pardo

La eléctrica encargará otras cimentaciones a partir del 2023

14 jun 2022 . Actualizado a las 20:24 h.

Iberdrola generó para la alianza formada por Navantia y la firma asturiana Windar Renovables el mayor contrato en el sector de la eólica marina, al encargarle la construcción de 62 jackets —estructuras que sustentan los aerogeneradores en alta mar— y todos los pilotes —los tubos que las anclan al lecho marino— por valor de 350 millones, para el primer parque que desarrolla en Francia, el de Saint Brieuc. La eléctrica ha comenzado la instalación de los pilotes en el mar, y ahora Navantia y Windar tienen todo listo para enviar las primeras cuatro jackets hacia la Bretaña.

Durante el verano, Iberdrola prevé colocar 28 cimentaciones de esta granja marina gala, que estará formada por 62 aerogeneradores, que producirán cerca de 500 megavatios de potencia. Las cimentaciones que saldrán en siete envíos en la campaña estival ya están listas en Navantia Fene, un astillero que tiene copadas gran parte de sus explanadas con esas gigantes estructuras, en donde se multiplica la actividad. En total, están terminadas 36 jackets, y el proceso avanza para llegar a acabar las 62 a finales de este año o principios del siguiente, tal y como subrayó Carla Chawla, responsable del programa de Saint Brieuc en la ute formada con Windar.

A pie de muelle en el que las cuatro primeras cimentaciones están listas para salir a su destino, Francisco Silva, delegado de Iberdrola en Galicia, afirmó que las obras de eólica marina en una factoría como la de Perlío «es una de las ventajas que Galicia puede recoger de la transición ecológica». Puso en valor el impacto que tienen este tipo de proyectos «para la industria gallega, para toda la cadena de valor, para los astilleros y para la creación de empleo».

Monopiles de gran formato

La compañía, que fue la primera que adentró a Navantia y a Windar en el mercado de la eólica marina, en el año 2014, ya les encargó tres contratos de cimentaciones, y a partir del próximo año generará nuevos pedidos que se acometerán en la antigua Astano. Las dos partes cuentan con un acuerdo marco por el que, en los próximos años, encargará cimentaciones del tipo monopiles —de una sola pata— de gran formato por valor de 400 millones de euros.

Para acometer esos futuros pedidos, la factoría se está sometiendo a un exhaustivo proceso de reforma, tanto de instalaciones interiores como al aire libre.

Pero mientras el futuro comienza a dibujarse, el presente —el encargo para el parque de Saint Brieuc— continúa su desarrollo, con una gran repercusión sobre el empleo. «Hemos tenido picos de más de mil personas en nuestras instalaciones en Fene y más de 250 empleos en Brest y con la consecuente distribución en la cadena de valor, que genera otros tantos más», afirmó Carla Chawla.

Además, explicó que estas jackets presentan una innovación, un nuevo sistema, formado por cilindros hidráulicos colocados en la parte baja de las estructuras, para ayudar al ensamblaje de cada una de las patas en los pilotes, ya hincados en el suelo marino.

«Los piles son estructuras de entre 200 y 250 toneladas, de entre 40 y 50 metros de largo y dos metros de diámetro, que van a soportar las jackets. Ya están todas entregadas allí e Iberdrola instalándolas en el parque», aseguró José Carlos Álvarez, director de Producción de Windar Renovables.

Los portavoces de las dos firmas integrantes de esta alianza subrayaron la experiencia llevada a cabo por primera vez con este encargo, que implica la construcción de parte de las estructuras en Francia. «Hemos exportado nuestro modelo de negocio y ahora podemos hacer esa exportación a cualquier otro país del mundo», subrayó la responsable del programa en la ute Navantia-Windar.

La eléctrica dejó en Galicia el pasado año 459 millones

Iberdrola realizó ayer balance de su actividad en Galicia, y cuantificó en 459 millones de euros el impacto económico que genera. Así, anuncia que efectuó compras en la comunidad por valor de 222 millones, mientras que su impacto fiscal fue de 192 millones. Las inversiones implicaron otros 33. Además de los contratos generados a los astilleros de la ría ferrolana, también participa con Foresa en un proyecto de metanol verde, con una inversión inicial de 82 millones.