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El san Antonio luso anima un precio de la sardina muy comedido para su calidad

e. abuín / a. gerpe REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

begoña iñiguez

Ayer rebasó los 3 euros en algunas lonjas, pero no suele llegar al euro

11 jun 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

San António obró un milagro. Fue capaz de levantar el precio de una sardina que este año en Galicia está sorprendiendo por su extraordinaria calidad y tamaño y que, sin embargo, no está obteniendo la cotización que los pescadores consideran que le corresponde. Cierto que quien lo dice, Andrés García, portavoz de Acerga (Asociación de Armadores de Cerco de Galicia), es parcial, pero lo de la calidad se puede perfectamente verificar en el mostrador de cualquier pescadería. «Eu non sei se será que están as augas máis quentes ou que pasa, pero a sardiña xa ten graxa desde que empezou a collerse», dice. Y eso que este año ha sido un mes antes de lo habitual.

En A Coruña, las capturas de los cerqueros ayer se pagaron «bien». Así, sin aspavientos. Porque desde los 0,80 o 0,90 el kilo que suele llevar de precio en lonja, ayer pasó a los dos euros y en ningún caso bajó de uno: «De dous euros e pico a 1,40, estivo».

Al representante de Acerga no le cabe duda de que fue San António (grafía portuguesa) el artífice de esa ascensión. El patrón que en Portugal se celebra el 13 de junio como en Galicia el san Xoán del 24 —con lumbre y sardinas— tiró de la demanda en las lonjas gallegas. Y eso a pesar de que, según explica García, los portugueses han obtenido permiso de la Administración para salir a faenar el domingo. Porque lo cierto es que San António este año «cadra moi mal no calendario. Moitos días, moito gasto en cámaras... Por iso o prezo non foi a máis», cavila García, cuya flota se encomienda este año a San Xoán, mejor posicionado en el almanaque este año.

Más de 3 euros en Portosín

Pero el mayor coste de almacenamiento no parece haber influido en otros puertos. Como el de Vigo. O el de Portosín. En este último descargó O Pronto, uno de los barcos que acaban de regresar del Cantábrico para empatar la campaña de la sardina con las costeras de la xarda y el bocarte. Lo de O Pronto ha sido llegar y besar el santo (António). Vendió ayer a primera hora de la mañana en la rula sonense y obtuvo 3,20 euros por kilo. Ahora bien, su patrón admite que es algo «excepcional». Flor de un día. De hecho, la media de la venta de la jornada se situó en 1,50 euros.

En Vigo, según los datos de la Autoridad Portuaria, se pusieron a subasta más de 8.000 kilos que se vendieron a un precio máximo de 3,11 el kilo, aunque el mínimo cayó por debajo del euro: 90 céntimos.

Que San António no es lo que era no lo dice solo Andrés García. Lo corrobora Adrián Campaña, armador de Camariñas. Este interrumpió por un día la captura de xurelo para probar suerte con el patrón de los lisboetas y aunque no vendió mal —«a 1,30, porque vendín a primeira hora da tarde»—, sabe que es algo puntual, porque «a sardiña non está valendo». En línea con lo que apuntaba el portavoz de Acerga, Campaña dice que se está enviando para congelar y a precio de congelado «sardiña boa». Por eso él y su flamante Mar de Grecia prefieren «ir ao xurelo». Cierto que hay poco, es complicado dar con él y, por encima, parece haber aprendido a esquivar el cerco: «Son máis listos os xurelos que os patróns», ironiza García.

Ahora, «si das con él, vai case ao mesmo prezo da sardiña e podes coller máis, porque o cupo é maior», apunta Campaña. Y es que un barco de menos de nueve tripulantes puede capturar 2.000 o 2.200 kilos al día dependiendo el día de la semana —2.800 si a bordo lleva más de nueve hombres—, un cupo demasiado exiguo que hace difícil rentabilizar la pesquería, estando el gasoil como está. Estrecheces a pesar de que «o mar cheo de sardiñas» y de xoubas, cuya captura está limitada a 500 kilos por día, «moito máis», apunta García.