Patrocinado porPatrocinado por

La despensa gallega de almeja se vacía con mínimos históricos cosechados en la ría de Ferrol

Manuel Arroyo Alves
Manuel Arroyo FERROL / LA VOZ

SOMOS MAR

JOSE PARDO

La última subasta apenas alcanzó los ocho kilos de producto

18 dic 2022 . Actualizado a las 16:45 h.

Hace 20 años, la ría de Ferrol producía toneladas y toneladas de almeja autóctona, la babosa. Tantas, que se subastaban cerca de mil kilos diarios de bivalvo. El pasado martes apenas llegaron ocho kilos a la rula del muelle de Curuxeiras. La caída en picado de la producción no encontró colchón, según los mariscadores, en la puesta en marcha del saneamiento integral de la ría, ni en los costosos aportes de áridos. Ni siquiera en la siembra de la especie. No crece. Se muere en algún punto del desarrollo. Y nadie, sostienen, da con la solución, «ni hay intención en encontrarla». La reputada ameixa de As Pías, el banco madre que años atrás surtía la despensa gallega con el preciado marisco, se asfixia hasta mínimos históricos desde que hay registros. De acuerdo con los datos autonómicos consolidados, en el 2001 solo de la especie babosa se extrajeron más de 342.000 kilos. Dos décadas después, en el 2021, el resultado menguó hasta los 25.800 kilos, o lo que es lo mismo, una perdida del 92 %. Y cada trimestre es peor que el anterior.

Las cifras

En la ría faenan mariscadores de las cofradías de Ferrol, Barallobre (Fene) y Mugardos, aunque solo los de las dos primeras explotan As Pías. «Pasamos de ir todos os días laborais do ano a ir reducindo a 60 días, 40 e agora so 15 ao ano», aseveró Jorge López, patrón mayor de la cofradía fenesa. «De 65 a pé pasamos a 39, e so 11 están indo á marea; necesitamos unha solución xa, a corto prazo», apostilló el responsable del pósito antes de una reunión con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, celebrada ayer en la ciudad naval y a la que también asistió la patrona mayor de Ferrol, Isabel Maroño. «Estamos en 3.000 kilos en el total del último año en el banco de As Pías, pese al saneamiento y la inversión para regenerar la ría... De nada vale invertir en algo que se hace mal», indicó Maroño. «Desde la Consellería siempre nos dicen que se va mejorando, que va bien, pero no es así», advirtió. «Tampoco —dijo— hay avances en el estudio integral», porque «todavía se está elaborando el informe previo», encargado a la Estación Biolóxica Mariña de A Graña, dependiente de la Universidade de Santiago.

«Dejarlo ir poco a poco...»

En la Cofradía de Ferrol hay unas 40 embarcaciones trabajando actualmente. «Hubo gente que cambió de arte; otra directamente se buscó otro trabajo... Sinceramente creo que acabará por desaparecer el marisqueo en la ría, porque también veo lo que se pretende: dejarlo ir poco a poco, no sé muy bien para qué, si para que vengan otras empresas, dedicar la ría a otra cosa... Lo cierto es que el sector se muere y es la Consellería do Mar la que tiene la competencia, el poder político y el económico», reflexiona Maroño.

De la ría se extraen varias especies, pero en cantidades ínfimas: almeja japónica, la babosa, la rubia, la fina, carneiro, berberecho, zamburiña —para la que se redujo el tope de extracción—, y la vieira, vetada al menos hasta final de verano por la presencia de toxina.

Pintan bastos para el sector, porque otros recursos, como las algas o el percebe, están afectados por los conflictos abiertos por los planes de explotación: las algas por la disputa de las zonas compartidas con A Coruña, que están en proceso judicial, y los enfrentamientos con los bateeiros del sur de Galicia que vienen a la costa ferrolana para extraer semilla del mejillón allí donde crece el percebe, dicen. ¿Qué queda entonces? Pulpo, por ejemplo, o un nuevo recurso: la navaja. Comenzarán a explotarla este año, si bien la dificultad para su captura, el elevado número de licencias y la incógnita del recurso vaticinan resultados poco halagüeños.

Jesús Pérez, patrón mayor de Mugardos, en la misma línea que sus homólogos, aseguró que «en nuestros bancos —desde O Seixo a Nande—, babosa, nada de nada; vamos tirando con la japónica y la fina». «Ahora hay un par de meses de campaña de la ostra, que en los últimos años ayudó». La cofradía mugardesa tiene 65 mariscadores a pie, «aunque están yendo a la marea la mitad», según indicó el responsable del pósito.