Chincho, sardina y xouba son los preferidos por los clientes ahora que llegan los días de calor
SOMOS MAR
Repletos estaban ayer los mostradores en la plaza de abastos de Ribeira. La verdad es que no faltaba prácticamente de nada y lo reconocían las propias vendedoras, que aseguraban que «por haber, hai de todo». Sin embargo, son unas especies muy concretas las preferidas por los clientes. Como recalcaba María Mayán, titular de uno de los puestos, «a xente o que quere é o peixe da tempada de verán». Así que los más solicitados son el chincho, cuyo precio oscila entre los 6 y los 7 euros el kilogramo; la sardina, que cuyo valor se mueve en los mismos parámetros, y la xouba. Esta última viene del vecino Portugal y sale a unos ocho euros el kilo.
En cuanto a la demanda, la placera reconocía que los sábados es cuando despuntan las ventas semanales, ya que son muchos los que aprovechan la llegada del calor para asar estos pescados. Como hoy es festivo en Compostela, las placeras de Ribeira confiaban en la llegada de vecinos de la ciudad para disfrutar de un fin de semana largo y en que esto repercutiera en una subida de las ventas que, reconocen, les viene muy bien.
Lo que menos proliferaba en los puestos era el marisco, debido, apuntó María Mayán, a que hay algunas concesiones cerradas, como las de Ribeira.
Acedía
De carne jugosa. Uno de los pescados que abundaba en los puestos era la acedía. Se trata de una especie que tiene mucho tirón porque, explica alguna de las vendedoras, «tiene una carne muy jugosa». Apuntan que es parecida al lenguado y que, incluso, «hai quen a prefire» al otro plano. Se cocina también a la plancha y tiene la ventaja de que es más barata. El kilo sale por unos 20 euros, mientras que el de lenguado oscila entre los 29 y los 30.
sargo
Un habitual. Tampoco faltaba en el mercado el sargo. El pescado con anzuelo y de un tamaño más que apetecible salía por 14 euros el kilogramo.
Jurel
Varios tamaños. Otro clásico en los puestos de venta de las plazas barbanzanas es el jurel. Ayer podía encontrarse de diversos tamaños, con lo que los compradores tenían mucho en lo que elegir pensando en sus mesas y también en sus bolsillos. El de mayor tamaño tenía un precio de 9 euros.