La pugna de los mayoristas en Barbanza por acopiar pulpo ante el inicio de la veda dispara la cotización

A falta de diez días para el inicio de la veda del pulpo, que en este ejercicio será de mes y medio, la cotización mantiene una tendencia alcista que parece no tocar techo. Los mayoristas pugnan por acopiar producto para atender a sus clientes, una misión cada vez más difícil porque el cefalópodo escasea. Entre quienes se abastecen en las rulas de Ribeira, Muros o Porto do Son figura el gerente de Pulponor, Fernando Simón, quien apunta que para conseguir dos mil kilos del de mayor tamaño deben peregrinar hasta por cinco recintos de subastas. En las lonjas de Barbanza, la cotización alcanzó este mes los 15 euros el kilo y la media se sitúa entre 11,27 y 12,10.

Con estos valores de salida —a los que hay que sumar impuestos— no es de extrañar que el precio de venta al público del cefalópodo en fresco se dispare y se lleguen a cifras astronómicas una vez procesado. En tiendas gourmet se comercializan a 15,90 euros conservas de 150 gramos, lo que supone 106 euros el kilo. Nieves Medina, al frente de una factoría lucense que adquiere la materia prima a empresas que operan en Barbanza, reconoce que «es posible que con los valores que está alcanzando, la tarifa incluso aumente en los próximos días».

Otra modalidad de consumo que cada vez está más extendida es la de adquirir patas cocidas y envasadas al vacío. Uno de los responsables de la firma muradana Fresco y del Mar, Milucho Louro, señala que la bolsa de 200 gramos cuesta 11,80 euros, lo que deja el precio del kilogramo en cerca de 60 euros.

Si se compra congelado y entero, el valor puede oscilar entre los cerca de 21 euros el kilo de las piezas que pesan más de dos o los casi 17 de las que tienen entre kilo y kilo y medio.

En la hostelería, el incremento de la cotización motiva que las raciones cuesten sobre 18 euros.

Circuito hostelero

Una de las compañías que puja diariamente en la lonja de Ribeira es Lar de Quintáns, con sede en el polígono de Espiñeira y cuyo gerente es Joaquín Riveiro. Manifiesta que la cotización del pulpo entero de tamaño grande oscila entre los 15,30 y los 14,40 euros y señala que «si quieres quedarte con ese producto, no tienes más remedio que pujar con precios elevados».

Comenta que un palé de 800 kilos supone un desembolso de 15.000 euros y señala que la mayor parte del cefalópodo tiene como destino el canal hostelero: «La restauración demanda piezas de entre tres y cuatro kilos o de dos y tres porque las rodajas son de mayor tamaño y proporcionan una mejor presentación. Estas son las menos abundantes, de ahí la alta cotización. Para el circuito tienda van las de entre uno y dos kilos».

Sin embargo, Riveiro incide en un aspecto que, precisa, pocas veces se tiene en cuenta: la merma que supone la evisceración del cefalópodo. Así, puntualiza que «puedes perder un 14 % del peso que tenía en origen».

Este último es un aspecto en el que también inciden desde una compañía frigorífica con base en Ribeira que se nutre de la materia prima subastada en la lonja.

Pese a todo ello, los compradores coinciden en manifestar la buena salida que tiene el pulpo y Fernando Simón asegura que «está de moda». Tanto es así que los mercados van en aumento. Así lo indican diversos empresarios consultados. A los destinos europeos, en los últimos tiempos se han sumado otros como Corea del Sur, de igual manera que crece la demanda en Japón. También lo hace en Estados Unidos, subraya Riveiro, mientras que Milucho Louro comenta que la empresa tiene un importante cliente en Canadá y que también hace envíos a Hong Kong.

Compradores y naseiros consideran escaso el período de veda fijado

Una vez más, la duración del período de veda genera discrepancia. Compradores de la comarca consideran insuficiente el mes y medio establecido —comenzará a partir del día 20— para garantizar la recuperación de la especie. Subrayan, además, que debe tenerse en cuenta el período de cría e insisten en que en los últimos años se ha visto alterado.

El profesional de Muros Primitivo Pedrosa resalta que «a cuestión é rendibilizar o máximo posible a especie». Asegura que «o ano pasado houbo un repunte porque se estableceron dous meses e medio de veda e había polbo de maior tamaño». Recalca que la cotización en lonja está alcanzando niveles históricos, pero matiza que «o importante non é o prezo, temos que mirar cara o futuro e pensar nas seguintes campañas».

Los naseiros consultados apuntaron que les resultaba imposible conseguir los 50 kilos por tripulante establecidos en la actualidad. De hecho, varios de ellos manifestaron que habían cambiado a otras artes de pesca porque, como señaló un ribeirense: «A carnada está moi cara e non compensa co que traes a terra».

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