Bateeiros van en grupos a por mejilla «para evitar ser amedrentados polos violentos»

A la espera de las investigaciones de los dos últimos episodios violentos denunciados por bateeiros cuando recogían mejilla, un sabotaje a los vehículos y el ataque de unos encapuchados, los productores de mejillón se plantean «saídas en grupo para evitar ser amedrentados polos violentos». No es la solución a un conflicto recrudecido porque «os atacantes pasaron dos insultos e amenazas ás agresións», pero sí un alivio a la tensión por altercados que atribuyen a «grupos de exaltados, que actúan sobre todo na zona de Doniños (Ferrol)», asegura la Organización de Produtores de Mexillón de Galicia (Opmega).

Mientras que la Consellería do Mar llama a la paz en el conflicto de la mejilla entre bateeiros y percebeiros, precisando que «se descoñece a autoría» de los últimos incidentes, desde Opmega exponen que los afectados los han denunciado ante la Guardia Civil y la Policía Nacional y, Al mismo tiempo, han solicitado a Mar y a Gardacostas de Galicia «que realicen as xestións oportunas para defender aos traballadores do sector deste tipo de accións».

Según Opmega, en Doniños «os grupos de exaltados esperan aos bateeiros nas rocas ou nas zonas onde aparcan», pero han pasado de las palabras a los hechos, con «ataques a vehículos, sen importarlle que haxa xente dentro, como esta semana, cando apedrearon con pedras de gran tamaño» el coche de un miembro de la asociación. Echan en falta que, pese a estar al tanto de lo ocurrido, «ata o momento ninguén se puxo en contcto coas vítimas, nin coa organización, para transmitirlles a súa preocupación por esta situación».

Igual que en anteriores ocasiones, especialmente al ver cómo un mes después Mar sigue sin cumplir el compromiso de abrir nuevas zonas para extraer mejilla en Baiona, Sanxenxo y Aguiño, desde Opmega cuestionan a la consellería. En su opinión, restringir la recolección de semilla silvestre de mejillón, «en base a informes científicos contrarios aos achegados polo sector», sería un motivo por el cual se habría puesto «a proba a tranquilidade que predominaba na convivencia entre bateeiros e percebeiros nos últimos anos». Constatado que la tensión «segue crecendo», Opmega «apela ao sentido común para evitar males maiores».

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