
El Parlamento de Galicia aprueba por unanimidad una moción del BNG que insta a Madrid a corregir un proyecto de real decreto de artes de pesca y caladeros en el que la beta figura entre las redes de artes fijas de un solo paño, pero no aparecen las volantillas que usan barcos gallegos que podrían tener problemas por esa omisión
19 abr 2022 . Actualizado a las 19:54 h.Anda el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación revisando toda su normativa que, como han denunciado en varias ocasiones desde el sector pesquero, es abundante, dispersa e, incluso, contradictoria. Y algo de razón deben de tener porque cuando han hecho un repaso de las disposiciones que afectan a la pesca en los diferentes caladeros y artes empleadas se ha dado cuenta de que están repartidas en siete reales decretos, tres que regulan las artes menores, tres que se ocupan del arrastre de fondo y un séptimo que afecta al cerco. Y esas siete normas se complementan con otra de rango menor, una orden, que afecta a las artes menores del Mediterráneo.
Tal dispersión aconseja una fusión normativa que englobe en una única norma todas las zonas de pesca y todos los aparejos empleados. Así es que ha redactado un nuevo real decreto por el que se regula el ejercicio de la pesca en los caladeros nacionales, aprovechando además que en el marco del Plan de Transformación y Resiliencia es preciso cargar las tintas en la sostenibilidad.
Claro que con el trasiego de normas siempre se corre el riesgo de dejar algo atrás. Y en este caso, Madrid se ha olvidado meter entre las redes de enmalle de un solo paño las volantillas. Se ha dado cuenta el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que ha comprobado que sí están en esa relación las betas, pero no las volantillas, que por muy parecidas que sean, no son lo mismo.
La red de la beta no puede tener más de 50 metros de largo y la altura máxima de cada paño será de tres metros si se emplea en el caladeros del Cantábrico-noroeste, de 4 si se larga en el golfo de Cádiz o el Mediterráneo.

Pero en Galicia la flota utiliza un aparejo similar a la beta. Es la volantilla. Como la anterior, sus piezas están limitadas a una longitud máxima de 50 metros, pero, además, el decreto de artes gallego establece que tendrán un número máximo de 70 mallas en vertical. Además, la malla de la beta sería de 60 milímetros, mientras que para la otra la horquilla se abre hasta los 90 milímetros.
Un olvido que no sería importante si no fuese porque hay áreas, como puede ser la Costa da Morte, en que el límite de aguas gallegas, donde sí existe la volantilla, está cerca y es campo de trabajo para muchas embarcaciones de artes menores. Que no figure su nombre y definición en el real decreto del Estado podría conllevar una sanción para sus usuarios.
Es por eso que el BNG, a través de su portavoz de Pesca, Rosana Pérez, ha presentado una iniciativa en el Parlamento de Galicia instando a la Xunta a realizar acciones para que se enmiende ese olvido. Y es que ahora está cerrado el plazo de consultas al público y no es posible introducir enmiendas.
La moción nacionalista se debatió ayer en la Comisión de Pesca de la cámara gallega y fue aprobada por unanimidad. Así las cosas, la Xunta instará al Gobierno del Estado a corregir ese lapsus y evitar problemas mayores.
La diputada popular Elena Suárez aprovechó la oportunidad para poner el foco en que el Bloque actuó tarde, pues detectó la falta de las volantillas en el texto cuando este ya no estaba a consultas, pero la Consellería do Mar sí estuvo atenta y envió en tiempo y forma un documento con consideraciones y observaciones para enmendar un olvido que achacó a quienes intentan legislar desde despachos en Madrid y que «non coñecen e nin se molestan en coñecer» a pesca en Galicia. Una pulla que le vino de vuelta a la popular cuando Rosana Pérez le recordó que la Ley de Pesca contra la que tanto arremetía en su intervención es del 2001. No hizo falta señalar qué grupo sustentaba el Gobierno en esa fecha.