Mulleres Salgadas reconoce el papel de las mujeres en el mundo del mar

Carmen Domínguez, Rita Vázquez y Pepita Abelleira, tres mujeres de Arousa que dedicaron su vida a la mar desde el marisqueo, las bateas y la conserva, personificaron el reconocimiento a las mujeres del sector realizado por Diputación de Pontevedra en Vigo. El homenaje coincidió con la entrega de los II Premios Mulleres Salgadas de la asociación que lleva su nombre, que defiende los intereses de las mujeres que trabajan en el ámbito de la pesca. Con la asistencia de la presidenta provincial, Carmela Silva, y de la directiva de Mulleres Salgadas, junto a diputadas nacionales, autonómicas y provinciales y representaciones de organizaciones, como Amupesca, Amegrove, Fundamar, Opmega o de la Cooperativa do Porto de Vigo, Pepita, Carmen y Rita, de O Grove y Noalla, las tres ya jubiladas, representaron a toda una generación de trabajadoras que dedicaron su vida al mar. El evento, que fue conducido por la periodista Ana Fuentes, contó con la actuación de Bouba Pandereteiras, que reinterpretan la música recogiendo la tradición oral de las mujeres.

La presidenta de la Deputación, Carmela Silva, agradeció como anfitriona a Mulleres Salgadas, que escogiera la sede provincial para hacer este reconocimiento. «O seu obxectivo debería ser o de toda a sociedade, dixo, conseguir que as mulleres do mar teñan os dereitos que lles corresponden», señaló la presidenta, que agradeció «a súa valentía, o traballo diario e as súas reivindicacións por encher a provincia e Galicia de loita por unha causa xusta». Carmela Silva recordó que Galicia tiene nombre de mujer «porque as mulleres foron sempre quen de manter a economía, especialmente no mar, sempre creando riqueza polo que temos que recoñecelas». Además, expresó su admiración por las tres homenajeadas. «Van recibir aquilo que merecen, e con elas todas as mulleres do mar. A nosa historia, engadiu, non se entende sen as mulleres do mar, rexas e fortes. A elas grazas por todo e por tanto», concluyó.

Acompañadas de sus familias y muy emocionadas, Pepita, Carmen y Rita encandilaron al público con anécdotas de una «vida moi dura pero con moitas alegrías», y coincidieron en mostrar su pasión por un trabajo que les hizo libres e independientes «Nunca dependín dun home», dijo Pepita Abelleira, que narró sus vivencias en as fábricas de conservas en las que trabajó en jornadas interminables.

El marisqueo fue la vida de Carmen Domínguez, ya que comenzó a los 10 años recogiendo bígaros. Libertad y compañerismo fueron las palabras más repetidas en su intervención. «Cando te sentes libre estás orgullosa», dijo, y recordó que «moito desfrutei aínda que a vida era durísima, pero tamén cantábamos».

Finalmente, Rita Vázquez también recordó cómo llegó a las bateas. «Agora teñen máquinas para todo pero nos gustaba traballar», señaló y recordó la valentía y el esfuerzo de las mujeres. «Se tivéramos a forza dos homes, comíamos aos homes», ironizó.

---

---