Asaltan y desvalijan un camión cargado con mejillón y otros moluscos en El Puerto de Santa María
SOMOS MAR
El bivalvo tenía como destino una depuradora gaditana
26 mar 2022 . Actualizado a las 18:30 h.Las descargas de mejillón en los muelles gallegos comenzaron el jueves a recuperar cierta normalidad. Ese día, el producto de las bateas se comenzó a enviar a los mercados nacionales. Y este viernes, el producto comenzó a salir también rumbo a Europa. Pero la vuelta a la normalidad ha exigido un duro peaje: el viernes, un camión cargado de moluscos procedentes de Galicia, principalmente mejillón, fue asaltado por un grupo de personas concentrado en la entrada de las instalaciones portuarias de Puerto de Santa María (Cádiz), según ha denunciado la Asociación Galega de Depuradores (Agade).
En un comunicado de prensa, Agade ha querido, «desde el profundo respeto que las reivindicaciones de los transportistas o de cualquier sector productivo merecen», manifestar su completa y enérgica «condena y repulsa por el asalto». En este caso, parece que el piquete respondía a las protestas desplegadas por los armadores de Sanlúcar de Barrameda.
Los integrantes del piquete, señalan desde la asociación, «lejos de limitarse a dificultar la circulación» del camión, procedieron a desvalijar el vehículo, destruyendo una parte de la mercancía en tanto que otra «fue saqueada y robada». «Como resultado final, toda la carga resultó inservible para su comercialización».
El vehículo afectado pertenecía a la empresa viguesa Transfrío, y el producto iba dirigido a Cetárea del Sur. A ambas firmas ha querido mostrar Agade su solidaridad. La asociación que encabeza Juan Maneiro ha querido agradecer a la Asociación de Vendedores de Pescado de la Lonja de El Puerto de Santa María (ASOVEN) y al presidente de la Federación Andaluza de Cofradías, la condena de estos hechos que, en principio, parecen haber sido provocados por personas vinculadas al sector pesquero y no a transportistas.
Desde Agade han querido aclarar, además, que el mejillón del camión iba sin depurar, «práctica absolutamente amparada en la legalidad» y no resultaba apto para el consumo hasta su paso por las instalaciones de depuración de la empresa que lo había adquirido, y que procedería posteriormente a su comercialización por cauces legales y con todas las garantías sanitarias.