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La huelga del transporte golpea de lleno a las empresas de la Costa da Morte

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

SOMOS MAR

Ana García

Los sectores de la alimentación y la distribución sufren las graves secuelas del paro. Rafael Amarelle, de O Carrizal, Coristanco, tiró ayer 12.000 litros de leche al pozo de purín

21 mar 2022 . Actualizado a las 20:28 h.

El paro en el transporte ya golpea de lleno al tejido productivo de la Costa da Morte. Decenas de empresas anunciaron ya el cierre temporal de las instalaciones debido a la huelga. La dirección de la primera conservera de España y la segunda de Europa, el grupo carballés Conservas Calvo, ha adoptado una drástica decisión ante el cariz que ha tomado la huelga en el sector del transporte. Así, el presidente del holding carballés, Luciano Calvo, ha confirmado a La Voz que a partir del lunes cesará de manera temporal, y mientras se prolongue el paro, la actividad en las factorías con sede en A Revolta. El motivo argumentado por el industrial carballés guarda relación directa con la falta de suministros de materias primas y la imposibilidad de distribución de sus productos conserveros como consecuencia del paro. «Queremos trabajar, pero nos falla el suministro y la distribución. Y ante esta situación lo mejor es parar y esperar a que se resuelva el conflicto del transporte para retomar de nuevo el trabajo», añadió. Esta medida, según apuntó Luciano Calvo Pumpido, afectará a unos 650 trabajadores de las plantas carballesas vinculadas a la producción, enlatado y distribución de sus productos conserveros.

Ana Garcia

No ha sido la única compañía afectada. La espada de Damocles pende ya sobre una veintena de importantes empresas ubicadas en el polígono carballés de Bértoa. Todas ellas pertenecientes a los sectores del transporte de mercancías, la construcción y la distribución, incapaces de mantener el habitual ritmo de trabajo debido a que no les llegan suministros o les entran a cuentagotas. O, simplemente, son incapaces de garantizar a sus clientes los servicios de entrega o recepción de materias primas: «Cada noche suelen acceder hasta el polígono siete camiones de gran tonelaje para descargar o cargar mercancía y desde este lunes ya no vienen. Se nota mucho la huelga».

Eso sí, según confirmaron desde la asociación de empresarios del polígono de Bértoa, hasta la fecha no hubo que lamentar la presencia de piquetes en los accesos al área industrial carballesa, integrada por 241 compañías y dos mil puestos de trabajo directos.

La presencia a primera hora de la tarde de palets todavía embalados con comida y productos de higiene y sanitarios en mitad de los pasillos delataban ayer que hubo también retrasos en la distribución en numerosos supermercados y grandes áreas comerciales de la Costa da Morte. Una responsable de tienda admitió ayer que hubo problemas en las entregas debido a la huelga del transporte: «Tivemos problemas coa recepción da carne e doutros produtos de alimentación», señaló una encargada que trabaja en un supermercado de Carballo. En el sector de la alimentación temen que este paro solo sea el inicio de algo mucho más grave y de imprevisibles consecuencias.

Una gravedad que ya se ha instalado en el sector agroganadero. Numerosos autónomos empiezan a plantearse qué hacer con toda esa leche que la industria ya no recibe debido a la huelga. El problema no es la recepción, sino que las grandes comercializadoras carecen de envases y lo que es peor, los piquetes sí ponen muchas trabas a la distribución de lácteos y sus derivados. Y para colmo las cámaras frigoríficas de algunas industrias están ya a rebosar, por lo que los ganaderos tienen que tirar toda la producción al pozo de purín.

Ana García

Casi 5.000 euros de leche al pozo de purín

Rafael Amarelle Taibo, de Finca A Cortiña, en O Carrizal, Coristanco, tiró 12.000 litros de leche debido a la huelga del transporte y la falta de cámaras en las que almacenar tanta materia prima. Las pérdidas en una jornada de trabajo rondan los 4.600 euros. La explotación coristanquesa la integran 410 vacas, de las que 185 son de ordeño. 

La flota continúa amarrada y la actividad en las lonjas sigue parada

Además del mal tiempo que le impide trabajar con normalidad, a la flota artesanal le empieza a pasar factura el elevado precio del gasoil bonificado y el paro en el transporte. En el puerto de Burela, una decena de barcos con base en dársenas de la Costa da Morte, siguen amarrados desde este lunes y continúan a la espera de iniciar la campaña de la anchoa en el Cantábrico, tal y como apuntó el malpicán Pedro Varela Villar, patrón del Santiño do mar.

Otra veintena de embarcaciones del cerco continúan fondeados en sus puertos base a ver qué sucede en los próximos días, sobre todo pensando en si podrán, o no, salir a faenar por aguas del Cantábrico.

La actividad en las principales lonjas de la comarca, como Malpica o Camariñas, se ha parado. No hay trabajo porque no hay subastas. Los camiones de gran tonelaje y los pequeños vehículos frigoríficos no se arriesgan a cargar, o descargar por temor a la presencia de los piquetes. El patrón mayor de Malpica, Pedro Pérez Martelo, explicó que la actividad en la lonja se paró este miércoles debido a la incidencia del paro: «A nosa idea era parar o martes cando empezou a folga, pero agora esperaremos a ver que din na federación nacional de confrarías o próximo luns». De hecho, algunos minoristas que acuden a diario al puerto de A Coruña lo hacen bajo el apoyo de las fuerzas de seguridad.

Celsa Atlantic

Por su parte, en la factoría de Celsa Atlantic, con base de operaciones en A Laracha, los más de 200 trabajadores de la planta tienen carga de trabajo asegurada hasta este fin de semana, tal y como confirmó ayer a La Voz Indalecio López, secretario de Unión Local de la CIG de Carballo.