«Hai bateeiros aos que se lles deixou sen o 70 % das zonas de recollida de cría de mexillón»

SOMOS MAR

La preocupación crece en el sector, que ve que ya no hay mejilla en las zonas abiertas
11 feb 2022 . Actualizado a las 04:45 h.El sector mejillonero gallego seguía ayer esperando el borrador del reglamento sobre la mejilla que el lunes se comprometió a enviarles la directora xeral de Pesca, Mercedes Rodríguez. Lo aguardan sumidos en una extraña sensación de desconcierto, ya que tras el aparente acercamiento de posturas que se produjo durante aquel encuentro en Santiago, al día siguiente la conselleira do Mar, tras una reunión con las cofradías, repetía un discurso ya conocido por el sector, en el que se esbozaban como alternativas para hacerse con la cría de mejillón que necesitan la ampliación del número de cuerdas colectoras y la posibilidad de ir a por cría a las piedras durante todo el año. «A esperanza din que é o último que se perde, pero a verdade é que non acabamos de ver avances», señalaba ayer el presidente de Opmega, Ricardo Herbón, quien lamenta que el conflicto no acabe de desbloquearse y que los productores sigan sintiéndose «entre a espada e a parede».
«O luns comprometéronse a mandarnos o borrador dun regulamento que parte do que nós lles presentamos en maio. De maio a febreiro, tiveron tempo de sobra para miralo. Pero aínda non nos enviaron nada», señala Herbón, quien considera que las asociaciones del sector han demostrado una y otra vez que están dispuestas a sentarse a hablar. «Se nos chaman un día pola mañá para ir a unha reunión pola tarde, e alí estamos, non se pode dicir que non haxa ánimo pola nosa parte de chegar a acordo», recalca Herbón, quien considera que se acaba el tiempo, que ya no se puede «seguir mirando para outro lado» y que es necesario «poñer o problema real sobre a mesa: nós temos que saber onde se vai ir á cría». Partiendo de la base, sentencia, de que la veda de zonas ahora en vigor resulta inadmisible para el sector. «Iso é o que hai que falar. O problema son as zonas que hai acoutadas. Iso é o que temos que ver. Se non cambiamos as zonas que hai acoutadas, todo o demais non vale de nada», apunta el presidente de Opmega.
«A conselleira non para de dicir que só está vedado o 17 % da costa galega. Pero é que non en toda a costa galega hai cría de mexillón», dice, exasperado, Herbón. Ese es un argumento que se oye una y otra vez en boca de los bateeiros. «De que nos vale que nos deixen traballar ata Pontecesures, se resulta que aí non hai cría?», reitera Herbón. Pone como ejemplo el caso de O Grove, donde se ha limitado la extracción de mejilla en la mayor parte de piedras de la costa, reduciendo a su mínima expresión las zonas de trabajo habituales de los bateeiros de la ría, que se han quedado sin al menos el 70 % de las piedras que trabajan. «Os que fomos á cría podemos dicir que este ano está habendo concentracións enormes de bateeiros en sitios nos que antes non pasaba iso. En Muros, en Noia, no Son... Se a xente lle quitas as zonas do seu entorno, ten que buscarse a vida por onde pode», inundado las piedras en las que había semilla y dejándolas limpias en su retirada.
Esta semana, las secas no son buenas para ir a la mejilla. Así que estos son días de pie a tierra y de una tensión encubierta en los puertos bateeiros gallegos. «O ambiente está caldeado», reconoce el presidente de Opmega. «Os socios senten que non hai vontade real de buscar un arranxo para esta situación», y ese sentimiento ya provocó un estallido violento el pasado viernes, en Vilaxoán, donde la conselleira do Mar y la de Infraestruturas, Rosa Quintana y Ethel Vázquez, fueron acorraladas por decenas de airados bateeiros. La escena, injustificable desde cualquier punto de vista, es a juicio de muchos productores una muestra del nivel de crispación en el que se ha instalado quien vive de las bateas. Antes de que estallase la tensión en gritos, carreras y acoso, muchos de los bateeiros allí concentrados se lamentaban de ser tratados «coma se fosemos ladróns o furtivos», y de como habían sido expulsados por los percebeiros de zonas autorizadas para trabajar. Sobre esa cuestión, aseguró la conselleira que iba a dar órdenes a Gardacostas para que se adoptasen las medidas correspondientes.
El estrés y el temor a no poder llenar sus bateas de cría de mejillón también ha provocado otros problemas en el mar. «Isto está a ser unha loucura. Eu na miña vida vin á xente enriba das pedras da maneira na que estamos indo este ano», señala un bateeiro de A Illa. Asegura que la urgencia por garantizarse la semilla y «non quedar sen ela» está provocando «que a xente arrisque de máis», lo que puede acabar generando problemas de lesiones, cuando no cosas peores. «A xente ten psicosis por coller a cría», explican los mejilloneros consultados, que recalcan que sin esa materia prima su trabajo es imposible.
El martes, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, renovaba la propuesta de instalar más cuerdas colectoras en las bateas, y ampliar al resto del año la posibilidad de recoger mejilla. Dos opciones que no convencen al sector. Según señalan, ampliar el número de colectores puede aliviar algo la situación en algunas bateas, pero no la de todas, ni siquiera la de la mayoría de ellas. Todo dependerá del emplazamiento de la mejillonera. «O mexillón, como todos os seres vivos, desova cando desova, e ten os seus ciclos. Non os vai cambiar porque a nós nos conveña. Coller cría todo o ano non vale de nada, porque se pasa o tempo, xa non vai medrar igual o mexillón», explican los bateeiros, entre la desconfianza y el desánimo, convencidos de que estas medidas solo van a servir para dividir al sector.
Herbón no quiere ni valorar esas opciones. Considera que no es el momento de abordar esas cuestiones. «Iso será despois», señala. Ahora, insiste, lo que urge es revisar las zonas acotadas para la extracción de mejilla. Todo lo demás es «empezar a casa polo tellado».