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Incautación récord de los guardapescas de la cofradía de Cabo de 505 kilos de almeja antirreglamentaria

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

Imagen de una incautación récord en Cabo, con más de 500 kilos de cría de almeja
Imagen de una incautación récord en Cabo, con más de 500 kilos de cría de almeja CEDIDA

Desde el pósito afirman que ambos furtivos tienen sendos procedimientos judiciales abiertos por marisqueo ilegal.

10 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni los últimos golpes asestados por la Justicia en forma de sentencias terminan de calmar a los mariscadores ilegales que actúan en los arenales de Boiro. Así lo confirma la incautación récord realizada hace cuestión de días por los guardapescas de la cofradía de Cabo de Cruz, que lograron recuperar hasta 505 kilos de almeja antirreglamentaria que había sido esquilmada en la costa de la ría de Arousa.

Según el acta levantada por los guardas del pósito, sobre la una de la madrugada vieron cerca de la dársena de Chouza como dos personas realizaban labores de extracción de marisco con sendos rastros, teniendo a su lado una embarcación fondeada. Pasados unos 20 minutos, ambos se subieron a la lancha para dirigirse a la zona de Escarabote, por lo que los guardapescas decidieron perseguirlos por tierra.

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Una vez en el muelle de Escarabote, y no hallando indicios de su presencia, fueron hasta O Conchido, donde escucharon el motor de una embarcación y se escondieron. De esta forma pudieron ver como descargaban unos cuatro sacos de bivalvo, así como los utensilios utilizados. Para evitar la huida, los vigilantes se acercaron a los furtivos con el fin de sorprenderlos. Después de una pequeña trifulca, consiguieron evitar que escaparan en la embarcación, llamando a la Guardia Civil para pedir refuerzos.

Finalmente, uno de los furtivos logró escapar en la lancha y otro a pie, aunque sin el bivalvo, que una vez pesado en la lonja sumó un total de 505 kilos, todos ellos antirreglamentarios. También incautaron los rastros, que portaban una malla metálica para recoger incluso la cría.

Desde la defensa de la cofradía de Cabo de Cruz destacaron que ambos furtivos, viejos conocidos de los guardapescas, tienen sendos procedimientos judiciales abiertos por marisqueo ilegal.