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El fin de los veleros Oriente y Clarisa, construidos en el astillero de Canduas

Ramón García Filgueira

SOMOS MAR

El Clarisa fue construido en 1904 y desguazado en 1930.
El Clarisa fue construido en 1904 y desguazado en 1930. .

CRÓNICAS DE LA COSTA DA MORTE | Hechos por las mismas manos, el destino les reservó idéntico ocaso

24 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos veleros cormeláns salieron de la misma cuna y el destino quiso que tuviesen idéntico ocaso. El Oriente salió en la madrugada del 23 de enero de 1910 del puerto de Gijón con un cargamento de carbón con destino al puerto de Santander. Durante las primeras horas de navegación, el tiempo fue de viento bonancible del tercer cuadrante (NW), pero a medida que se acercaban a la costa cántabra el viento fue arreciando a frescachón. Una vez en la entrada del puerto, el fuerte temporal obligó a fondear las dos anclas y, ante la imposibilidad de seguir por sus propios medios, salió la embarcación de los Prácticos y recogió a los cuatro tripulantes, trasladándolos al pailebot Clarisa, que estaba anclado en la bahía.

Más tarde, las tripulaciones del Clarisa y del Oriente (todos vecinos de Corme) volvieron en la embarcación de los Prácticos a ver si podían remolcarlo hacia otro fondeadero seguro, pero los esfuerzos resultaron inútiles. Hicieron otro intento, pero con el mismo resultado. Los tripulantes fueron llevados a tierra, donde presenciaron como el velero embarrancaba en las Quebrantas quedando destrozado en breve tiempo debido al fuerte oleaje. Se trasladaron a la zona donde cabía la posibilidad de encontrar restos de sus enseres personales, pero la suerte no estaba de su lado. Su situación era angustiosa y se abrió una suscripción a favor de los náufragos.

Desde Canduas

El Oriente era un pailebot construido en 1908 en el astillero de Sanzoledo, en la parroquia de Canduas (Cabana) por el maestro constructor Julián Tedín Leis. Su valor fue de 6.000 pesetas y era propiedad de Antonio Ponte Ferreiro, Francisco Neira Sande y Francisco Ponte Comparada, vecinos de Corme. Tenía el folio 7 de la segunda lista del Distrito Marítimo de Ponteceso, donde estaba ubicada la Ayudantía Militar de Marina (desde 1895 a 1927) y sus medidas eran las siguientes: 57 toneladas de arqueo bruto, 107 de porte, 21 metros de eslora, 6 metros de manga y 2,28 de puntal.

El Clarisa salió el 18 de diciembre de 1929 en lastre del puerto de Santander con destino al puerto de Gijón. En la maniobra de salida le falló la virada, quedando embarrancado en Punta Rabiosa —en el placer llamado El Boyarón— con la proa hacia el oeste. Los cuatro miembros de la tripulación no sufrieron daño alguno y, después de varios días intentando reflotar el navío con la ayuda del remolcador Triton, el resultado fue negativo. Estaba muy clavado en el arenal y se decidió proceder a su desguace en la zona, quedando totalmente desmenuzado en febrero de 1930.

Un susto previo

El 13 de noviembre de 1905, recién puesto en servicio estuvo a punto de estrellarse en los acantilados próximos al Cabo Morás (San Cibrao). Gracias a la ayuda de los carabineros del puesto de la zona, personas de San Cibrao y la pericia del patrón del quechemarín Lola, se logró salvar la vida de los cinco tripulantes y rescatar al pailebot de una zona que estaba siendo azotada por un fuerte temporal. Después del éxito en el salvamento se abrió expediente para el ingreso en la Orden Civil de Beneficencia a la patrulla de carabineros: al cabo Juan Rubio Campos, a los carabineros Manuel Pérez Piñeiro y Amador Álvarez Pablo.

El Clarisa fue construido en 1904 en el mismo astillero y por las mismas manos que el Oriente. Costó 15.000 pesetas y se fue para Genaro Domenech del Río, vecino de Laxe, y para Celedonio Ferreiro Ponte y Estrella Ponte Cousillas, de Corme. Entró en servicio en el año 1905 con el folio 3 de la segunda lista del Distrito Marítimo de Ponteceso. El 23 de julio de 1906, la parte del señor Domenech pasó a sus copartícipes y a Juan Ferreiro Ponte, vecino de Corme.

Tenía un registro bruto de 74,02 toneladas, de porte 135 toneladas, eslora 21,90 metros, manga 6,30 metros y puntal 2,55 metros. Salió con aparejo de pailebot hasta el año 1916, que cambió por el aparejo de balandro.

Muchas de estas pérdidas se hubieran evitado si esta clase de embarcaciones dispusieran de un motor como auxiliar de la vela, para poder realizar con éxito las maniobras de entrada y salida de los puertos.