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¿Sabías que una «borrachera» pudo sacar de un aprieto a un navío español?

museo naval FERROL / LA VOZ

SOMOS MAR

cedida

Martín Fernández de Navarrete y Ximéndez de Tejada fue llamado el Marino Historiador

23 ene 2022 . Actualizado a las 22:44 h.

Martín Fernández de Navarrete y Ximénez de Tejada (1765-1844) fue llamado el «Marino Historiador» debido a su gran saber enciclopédico y su pertenencia a la mayoría de las Academias y Sociedades Geográficas internacionales de su época, por lo que ha llevado a considerarle uno de los mayores eruditos españoles de los siglos XVIII y XIX.

Una copia de su retrato preside hoy en día la sala del Patronato del Museo Naval de Madrid en homenaje a su inabarcable labor de investigación histórica y de reivindicación de las exploraciones marítimas españolas desde el siglo XV.

La principal obra de Martín Fernández de Navarrete es su monumental Colección de los viages y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo XV: con varios documentos inéditos concernientes a la historia de la marina castellana y de los establecimientos españoles en Indias. Consta de cinco extensos volúmenes y fue impreso por la Imprenta Real entre 1825 y 1837.

Sin duda, el mayor logro de Fernández de Navarrete fue censar múltiples exploraciones españolas que se hallaban en los archivos desde el siglo XV, y que los navegantes al servicio de la Monarquía Hispánica realizaron antes que cualquier otro navegante, desmontando invenciones y fabulaciones sobre exploraciones que ingleses y franceses pretendían atribuirse de modo «inexacto».

Pero hoy vamos a ceñirnos a un «curioso» relato, cuya copia manuscrita se encuentra en la obra citada (Colección Navarrete título XXIV, doc. núm. 44) y que refiere Amancio Landín Carrasco en su libro Miscelánea Marinera: El 22 de julio de 1640, salía de Cádiz una formación naval, comandada por don Luís Fernández de Córdoba, que se vio envuelta en cruento combate contra los franceses, dentro del contexto de la Guerra de los Treinta Años.

Las pérdidas humanas fueron cuantiosas pero, según se narra en la crónica que nos ocupa, habrían sido muchas más si no fuese por la «inesperada intervención» de un vecino de Cádiz, Fulano Lechuga, embarcado en la nave capitana como cocinero, demasiado «aficionado al vino» y que precisamente bajo sus efectos se plantificó en la proa, con una espada y un broquel (pequeño escudo defensivo de madera o corcho), desafiando a voces a los de la nave capitana de Francia: «¡Ea, borrachos, cornudos, franceses herejes, venid que aquí está el valor de España aguardándoos!» y, con la misma, se bajó los calzones mostrando al enemigo sus posaderas.

A pesar de tentar tanto a la suerte, curiosamente, no recibió ninguna bala de una ingente cantidad de disparos de mosquete que iban dirigidos a su persona e incluso cuanto más pretendían los suyos hacerle entrar en razón y alejarle del peligro, más se envalentonaba y seguía burlándose e insultando a los franceses.

El resultado de este episodio fue que la nave capitana francesa que perseguía a la española enconadamente cesó en su acoso suponiendo que, dada la actitud del personaje, el navío español iba sobrado para pelear y resistirse y nuestros compatriotas pudieron ponerse a salvo en Cádiz.

Ven al Museo Naval de Ferrol y te contamos más cosas (abierto de martes a viernes, de 9.30 a 13.30 h; sábados, domingos y festivos, de 10.30 a 13.30 h). Más información en la web del museo http://armada.mde.es/museonavalferrol y visitas guiadas en la dirección de correo: museonavalferrol@fn.mde.es