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Una investigación incide en que alejarse del arte del cerco al largarlo evitaría muertes que se suceden

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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De casi 15 metros de eslora, el Novo Cristo da Laxe fue botado en el 2017
De casi 15 metros de eslora, el Novo Cristo da Laxe fue botado en el 2017 Ana García

Un trágico accidente al sur de Ons en el Novo Cristo da Laxe de Bueu ratifica el riesgo

06 ene 2022 . Actualizado a las 04:40 h.

Al sur de la isla de Ons, el Novo Cristo da Laxe largaba por segunda vez el arte de cerco, una red rectangular con corchos en la parte superior y plomos en la inferior, donde un cabo pasa por una serie de anillas para, tras desplegarla en círculo, cerrarla por el fondo y retener el pescado. Quedaban pocos de los 293 metros de longitud, el mar no estaba muy agitado y, como siempre, uno de los siete tripulantes vigilaba la maniobra. Por un «repentino balance», la bota se le enredó en el cabo, arrastrándolo por la cubierta hasta el mar. El patrón dio marcha atrás y otro marinero se tiró al agua en su auxilio. Al no verlo, recogieron la red y, cuando habían izado entre 12 y 15 metros, apareció enganchado. Lo subieron con la grúa, inconsciente pero con pulso, e intentaron reanimarlo. El helicóptero Pesca 1 lo recogió y lo evacuó al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Dos minutos después de aterrizar, sanitarios le practicaron maniobras de reanimación durante veinte minutos, pero solo pudieron certificar su muerte.

Así resume la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes Marítimos (CIAIM) este del 22 de octubre del 2019. Era el quinto que investigaba por causas similares en cerqueros gallegos, vascos y cántabros desde el 2012. Solo sobrevivió uno de los cuatro marineros implicados. Por la «repetición», ese organismo del Ministerio de Transportes constata que la maniobra de largado del arte de cerco es «insegura». Aunque los planes laborales de prevención «identifican el riesgo de engancharse durante la salida» del barco y prohíben aproximarse a él, «es habitual que los marineros se acerquen para ayudar» a lanzarla al mar.

El 061 «se demoró»

El informe oficial confirma la cualificación del marinero fallecido y que no llevaba chaleco salvavidas ni casco de protección. Citando al forense, explica que murió por «asfixia por sumersión tras un traumatismo craneoencefálico». Considera que el «casco no le habría proporcionado protección efectiva» ya que fue arrastrado «por toda la cubierta, golpeándose con ella» y con la popa. Sin embargo, el chaleco salvavidas «sí que podría haber minimizado las consecuencias».

El CIAIM acredita que el Novo Cristo da Laxe establecía en su plan de prevención de riesgos la obligación de mantenerse alejado del cerco en la largada y que la tripulación reaccionó «con gran rapidez» en el siniestro.

«Se produjo un retraso de unos 2 minutos desde que el Pesca 1 aterrizó en el Cunqueiro hasta que el tripulante fue atendido por personal sanitario», según el informe. «Se achaca» a que el 061 «se demoró 7 minutos» en atender la llamada del Centro de Salvamento Fisterra avisando de la llegada al hospital. A raíz de eso, añade, el 061 ha redistribuido «las llamadas para evitar las colas en la entrada» y, además, «se ha revisado el procedimiento de recogida de pacientes» en el helipuerto del Cunqueiro.