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El acuerdo en el transporte causa alivio entre los pescadores y mariscadores

s. s. / e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

LAGO

De materializarse la protesta , los productores estaban abocados a tener cuantiosas pérdidas

22 dic 2021 . Actualizado a las 19:49 h.

Ante la huelga del transporte por carretera que estaba convocada para el lunes, martes y miércoles, los pescadores, mariscadores y todos los que hacen posible que los productos frescos del mar lleguen del barco a la mesa cruzaban ayer los dedos para que se llegara a un acuerdo, algo que ocurrió pasadas las 9 de la noche. Si hubiera seguido adelante el paro en la mejor semana del año para ellos, solo les quedaba mitigar las cuantiosas pérdidas.

«¿Plan B? ¿Qué plan B puede haber para una situación así? Solo esperar un acuerdo y que se desconvoque el paro», decía Juan Carlos Corrás, presidente de Lonja de La Coruña, quien a primera hora no ocultaba la preocupación del sector ante el anunciado parón. De hecho, algunos barcos de Gran Sol habían adelantado el día de descarga para evitar que la mercancía quedara varada en la lonja varios días.

¿Las consecuencias de un paro así? «Mala venta; perjuicios para el que vende y para el que compra, que no sabe si podrá mandarlo a su destino», explicaba Corrás. Tampoco valía de mucho esperar al jueves, porque habría que repartir «en una jornada, lo de tres días y no solo pescado, sino productos perecederos de todo tipo... Colapso total».

El sector había hecho llamamientos tanto a Transportes como a los camioneros para que desconvocaran, en estas fechas, porque era letal para el sector pesquero —también golpeado por la subida del combustible y herido por la falta de tripulantes y los recortes de cuota—.

Planes de continencia

Algunos armadores de Vigo contactaron incluso con profesionales que no iban a secundar el paro para hacer llegar el pescado a su destino.

También en Burela y en Celeiro habilitaron subastas para hoy, aunque en la primera no se anotó ningún barco, explican Miguel Neira, gerente de Armadores de Burela, y Eduardo Míguez, director adjunto de Puerto de Celeiro.

Pese «a preocupación» que constata Neira, en Burela estaban previstas subastas de Gran Sol los tres días del paro, igual que en la lonja de Celeiro, desde donde Míguez transmitía «incertidume». Como último recurso, tenían preparadas cámaras para almacenar el pescado que no vendieran.