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Ambientalistas sitúan a España en el décimo puesto en emisiones de CO2 por la pesca de arrastre

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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ANATOLY MALTSEV

Un informe que firma el profesor Daniel Pauly, entre otros, dice que este segmento de flota libera tantos gases como la aviación

10 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Justo cuando la flota pesquera está tratando de mostrar al mundo su cara verde —es la forma de producción de proteína animal con menos huella de carbono—, un informe realizado por varias instituciones de corte ambientalista —CEA Consulting, la iniciativa Sea Around Us de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), la empresa social Blue Ventures, y Fauna & Flora International— viene a equiparar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de esta actividad «a las de todo el sector de la aviación mundial». Pero no responsabiliza a la flota en general, sino que señala directamente a una modalidad de pesca: el arrastre de fondo. Según ese estudio, basado en un análisis exhaustivo de los datos pesqueros y de publicaciones revisadas por pares, los investigadores concluyen que, al remover el fondo, el arrastre podría liberar entre 0,6 y 1,5 gigatoneladas de CO2, a la par de la industria de aviación. A la hora de buscar culpables, China aparece a la cabeza como el mayor emisor del mundo por arrastre (770 megatoneladas), pero no eximen a los países de Europa occidental, con Rusia, en este caso como líder. El estudio sitúa a España en décima posición, tras los dos anteriores e Italia, el Reino Unido, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Noruega y Croacia.

Pero el informe no se queda solo con el impacto negativo de ese tipo de pesca en el cambio climático. También vincula esa actividad «a la sobrepesca, las capturas accidentales, la destrucción de hábitats y las violaciones de los derechos humanos», explican en una nota de prensa las organizaciones. ¿Es todo? No, al parecer: «Más del 99 % de la pesca de arrastre de fondo en el mundo se efectúa dentro de las zonas económicas exclusivas de los países ribereños, y gran parte del esfuerzo se concentra a solo 12 millas de la costa, con lo cual se invaden las zonas de pesca utilizadas por las flotas artesanales».

En definitiva, argumentos de todo tipo para respaldar la petición «de prohibir o limitar rigurosamente los efectos perjudiciales de la pesca de arrastre de fondo».

Ni que decir tiene que la polémica está servida de nuevo. Más cuando uno de los firmantes es el profesor Daniel Pauly, que incendió a los armadores con sus polémicas declaraciones en contra del sector cuando recibió el premio de la Fundación BBVA.