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La industria del mar gallega pide al transporte que reconsidere el paro, letal para el sector

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

La falta de producto fresco autóctono se cubrirá con congelado extranjero del que ya se ha hecho acopio, aseguran depuradores, pescadores, acuicultores y mejilloneros, muy perjudicados por la protesta

30 nov 2021 . Actualizado a las 04:47 h.

La industria del mar gallega está en vilo ante el paro convocado por los transportistas entre los días 19 y 22. Estas empresas comparten la preocupación del colectivo, pues también padecen la subida del coste de la energía, del combustible e, incluso, los peajes que en breve se impondrán en las autovías. Así que las del transporte son «reivindicaciones que hacemos propias frente a problemas de enorme gravedad que no están siendo abordados con eficacia, y que también atenazan a nuestro sector y comprometen seriamente nuestro futuro». Ahora bien, si a algún sector hace especial daño el paro es a la pesca y a la acuicultura gallega; a las empresas que dispensan pescados y mariscos frescos, de los que no se puede hacer acopio, y que tienen en esas fechas la mayor parte de las ventas de todo el año.

Por eso, en un comunicado firmado por la Asociación Galega de Depuradores (Agade), el clúster de la acuicultura de Galicia, el Consello Regulador de la DOP Mexillón de Galicia y la Federación Galega de Confrarías, apelan a los transportistas para que reconsideren su decisión «a fin de evitar unos daños colaterales que serán irreparables para el sector mariscador, pesquero y acuicultor de nuestras rías».

Impacto en el fresco

Las entidades del mar son conscientes de la «utilidad táctica de elegir esas fechas» para la protesta, pero llaman a los transportistas a visualizar el golpe para la economía de la zonas costeras gallegas en su totalidad. Porque el hecho de que «Galicia no pueda abastecer de pescados y mariscos no significa que vayan a desaparecer de los lineales los productos del mar, sino que serán remplazados por producción congelada extranjera con tiempo de abastecimiento suficiente a un mes vista, agravando más la situación económica de nuestras empresas».

Así, «nos arrincona frente a cualquier otro competidor, ya que, al conocer la fecha, los demás disponen de margen para anticipar su producción y ajustar entregas, mientras que el mercado del fresco necesita garantías de que el producto sale de las rías y llega a su destino en cuestión de horas. No tenemos margen para hacer stock, congelar ni procesar», advierte la industria del mar.