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Depuradores dicen que las guías telemáticas atajarían el contrabando de almeja lusa

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARCOS CREO

La asociación Agade insta a presionar por la digitalización de los documentos en lugar de redadas que siembran dudas sobre los intermediarios

18 nov 2021 . Actualizado a las 04:45 h.

Depuradores gallegos se sienten señalados cada vez que un golpe al contrabando de almeja lusa sitúa sus empresas en el ojo del huracán. A todas. A las que según las fuerzas del orden no son inocentes y a las que son víctimas de un entramado que les acaba colocando almeja no apta para el consumo humano con documentos falsificados que pueden colar a cualquiera. Es en este aspecto, y no en las redadas policiales, donde, a juicio de los intermediarios, puede estar la solución. La Asociación Galega de Depuradores (Agade) sostiene que implantar y exigir a Portugal el documento de registro telemático es el «único mecanismo capaz de asegurar la seguridad alimentaria y una competencia justa». Es algo por lo que vienen luchando desde hace años, con continuas reuniones. La última, dice la agrupación, con las autoridades sanitarias españolas (la Aesan) hace escasos tres meses, un encuentro en el que reafirmaron su «preocupación ante el desmán documental del país vecino y que consigue poner en duda a los operadores gallegos». También con las instituciones portuguesas ha habido contactos, pero sin respuesta. «Como se comprobó en Galicia, el registro telemático es el único camino para garantizar una perfecta trazabilidad», pero hasta la fecha Portugal no ha atendido las peticiones del sector.

Agade recuerda que la documentación de trazabilidad de las empresas portuguesas que distribuyen a todas la comunidades autónomas españolas y a los países de la UE viene avalada por el Gobierno luso, siguiendo la normativa comunitaria. «Poner en duda a empresas gallegas, sin pruebas concluyentes, es una irresponsabilidad», subraya Agade, que recuerda que el problema «comenzó en el 2010, y que el propio sector está buscando soluciones en los últimos años manteniendo contactos con Administraciones» a uno y otro lado de la raia.

También aluden a que Portugal ha reevaluado zonas de producción, de forma que varias de las que antes eran C —cuyo marisco no es apto para el consumo en fresco— han pasado a ser B —donde pueden comercializarse tras recibir depuración—. Y entre esos cambios está parte del estuario del Tajo, de donde ya se puede extraer bivalvo apto para el consumo en fresco, apuntan desde Agade.