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Flota y oenegés suman fuerzas para lograr una moratoria de la minería submarina

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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Nautilus Mineral

Refuerzan la postura contraria que ya mostraron empresas de la industria automovilística y de comunicaciones, comprometidas a construir baterías sin minerales extraídos del fondo del mar

18 nov 2021 . Actualizado a las 04:47 h.

Tres consejos regionales consultivos -el de larga distancia, aguas noroccidentales y el de pelágicos-, en el que están representados flota y oenegés medioambientalistas, se han dirigido a la Comisión Europea y a los Estados miembros para que defiendan una moratoria de la minería submarina en tanto no estén claros los efectos que esa actividad de explotación de los fondos oceánicos pueda tener sobre el medio ambiente.

Los tres organismos comunitarios lanzan la propuesta en vista de que el año que viene se presenta clave para la gobernanza internacional de los océanos, pues deben tomarse decisiones en el ámbito de la ONU sobre el Tratado para la Biodiversidad fuera de Aguas de la Jurisdicción Nacional (BBNJ) y, ademas, se celebrarán negociaciones en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) para adoptar un Código Minero que permita explotar el lecho marino en aguas internacionales con fines comerciales. La ISA ha puesto en la agenda tres rondas de reuniones en los próximos 6 meses.

Ni el Consejo Consultivo de la Flota de Larga Distancia (LDAC), ni el de Aguas Noroccidentales (Nwwac) ni el de pelágicos (Pelac) ocultan su inquietud. De hecho llevan meses trabajando para recopilar la información científica, jurídica y técnica existente sobre la explotación de los fondos mineros para emitir un dictamen conjunto por consenso de todos sus miembros, representantes de flotas extractivas de altura y oenegés medioambientales y de cooperación al desarrollo.

Ese dictamen se vería amparado por la corriente mundial en contra de esta actividad extractiva, que han dejado patente varias empresas de la automoción y de las telecomunicaciones, que se han comprometido a construir baterías sin materiales de minería submarina, o la moción adoptada en el mes de septiembre en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de apoyar una moratoria para la minería submarina.

A pesar de «los esfuerzos realizados por la Unión Europea respecto a la protección del entorno marino en ámbitos como la estrategia de biodiversidad 2030, la economía azul sostenible o el Pacto Verde, es fundamental que se garantice la coherencia de todas estas políticas», apunta en un comunicado el LDAC.

Los tres consejos consideran que antes de bendecir la actividad habrá que dejar claro sus efectos sobre el medio ambiente marino, la biodiversidad, estudiar suficientemente las huellas de actividades humanas en el mar y asegurarse de que la minería submarina «se pueda gestionar para asegurar que no hay pérdida de biodiversidad marina ni degradación de los ecosistemas marinos».

Como recomendaciones clave destacan que, a nivel científico, se debe de mejorar la recopilación, el análisis y revisión de los datos que existen, con procesos transparentes de evaluaciones de impacto dirigidos por expertos independientes. A nivel de transparencia y proceso institucional, se constata la necesidad de revisar tanto los métodos de trabajo como el acceso a la información para el proceso de la toma de decisiones en la ISA, sobre todo en cuanto a las evaluaciones de impacto presentadas por los contratistas.

Mientras, los entes comunitarios abogan por que prevalezca el principio de cautela, el interés público y el bien común sobre los intereses individuales o comerciales procedentes de empresas privadas que buscan beneficios a corto plazo».

En el dictamen se reconoce la gran oportunidad que la UE posee para liderar esta trascendental cuestión en el ámbito de la gobernanza internacional de los Océanos, promoviendo la investigación científica de especies y hábitats en aguas profundas haciendo uso de fondos disponibles para promover la Década de la ONU dedicada a la Ciencia Marina y a los Ecosistemas.

Asimismo, los consejos consultivos reclaman una mayor transparencia en la toma de decisiones de la ISA, tener acceso a la información a documentos clave de reuniones y una base de datos multisectorial que integre todas las actividades realizadas en el océano (pesca, explotación de gas y petróleo, minería…) para conocer la presión a la que están sometidos los océanos. Finalmente, apuestan por involucrar al resto de sectores económicos y sociedad civil para que tengan un papel más activo en la economía circular basada en el reciclaje y la reutilización de materiales.