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Ferrol, centro neurálgico de unas maniobras militares desplegadas en todo el país

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL

SOMOS MAR

Entrenamiento de infantería de Marina, en imagen de archivo
Entrenamiento de infantería de Marina, en imagen de archivo JOSÉ PARDO

El ejercicio «Cancerbero» moviliza 3.500 efectivos en dos días

16 nov 2021 . Actualizado a las 21:37 h.

La Armada pone a prueba hoy la capacidad de reacción de sus diferentes unidades ante situaciones de riesgo para la seguridad física. Es la segunda de las tres jornadas en las que se estructura el ejercicio a nivel nacional denominado Cancerbero-21, coordinado desde Ferrol por ser sede del cuartel general de la Fuerza de Protección (Fupro) de Infantería de Marina, cuyo propósito es garantizar la protección de las bases, instalaciones y personal del departamento castrense.

En las maniobras, iniciadas el martes y que concluyen mañana con el análisis de las primeras conclusiones, se recrean robos, asaltos, sabotajes, atentados... Un total de 70 escenarios a los que se enfrentan 25 unidades, que engloban un total de 3.482 efectivos. De acuerdo con la información facilitada por fuentes oficiales, el despliegue se lleva acabo en cinco áreas donde la Armada tiene sus principales bases, esto es, la de Ferrol o Norte (Tercio, base de A Graña, polvorines de Mougá, subsistencias y Arsenal); Centro (Madrid), Levante (Murcia); Sur (Cádiz) y Canarias.

La base local es la que más personal aporta al adiestramiento, con 1.075 efectivos, o lo que es lo mismo, un tercio del total.

El general comandante de la Fupro, Carlos Pérez-Urruti, abundó en que esta es la primera edición del Cancerbero, unas maniobras basadas en la experiencia de ejercicios desarrollados con anterioridad, como los Fuprex, y que continuarán evolucionando de cara a futuras convocatorias para crecer en cuanto a unidades y ámbitos de participación, incluyendo unidades navales en puerto.

«Habrá escenarios y situaciones a los que van a hacer frente los comandantes de unidades [como escuelas, arsenales o polvorines] para ver si son capaces de abordarlos con sus propios medios o si necesitan respaldo», indicó el general. Tras el primer análisis, se estudiarán en detalle las evaluaciones de cara a posibles modificaciones y mejoras.

La Armada tratará de minimizar la repercusión de los adiestramientos en sus entornos, si bien al aumentar los niveles de seguridad en los accesos podrá repercutir puntualmente en el tráfico.