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Teresa Ribera aboga por un nuevo «pacto azul, no solo uno verde»

Efe GLASGOW

SOMOS MAR

Manu Moncada

El comisario de Pesca dice en la COPS26 que se necesitaría un confinamiento cada año hasta el 2030» para cumplir los objetivos climáticos.

10 nov 2021 . Actualizado a las 04:47 h.

La vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló ayer en la COP26 que se necesita «un nuevo pacto azul, no solo uno verde» que tenga en cuenta la economía azul porque el océano «es un termostato» que regula clima. Ribera hizo estas declaraciones durante su intervención en un acto convocado por la Unión Europea en el pabellón comunitario con motivo de la tercera edición del Día del Océano de la UE, en el que estuvo acompañada  por el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, el lituano Virginijus Sinkevicius, que intervino telemáticamente.

Ribera subrayó «el nexo entre el clima y el océano» que «quedó patente en la CO25 de Madrid», la denominada «COP azul» y destacó la importancia de «situar a los océanos en el lugar que merecen en las discusiones climáticas».

«Los bosques están consiguiendo apoyo en esta COP26», pero «los océanos deben ser tratados como un tesoro» también. Por ello, se necesita «un Blue New Deal, no solo un Green New Deal», bajo la premisa del Pacto Verde Europeo para la recuperación económica impulsado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La vicepresidenta española dijo que «la acción nacional es muy importante» porque si se quieren alcanzar los objetivos de mitigación, adaptación climática y resiliencia costera, los océanos constituyen la base para »expandir la economía azul».

Según Ribera, la importancia de los océanos radica en la «biodiversidad, su papel en el sistema climático y en el bienestar social», porque »hay muchas personas que dependen de este medio».

Además, la ministra para la Transición Ecológica ha destacado el rol de la UE para proteger los océanos, que espera que «tenga peso en las conversaciones de esta COP26». «Tenemos una referencia en el contexto europeo: hay que trabajar en una agenda azul« si se quiere alcanzar el paquete Fit for 55, con su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 55 % para el 2030.

Para ello «necesitamos ser prácticos y llevar a cabo acciones concretas», además de ser «muy claros con las empresas», ya que es bueno llamar a la acción pero «necesitamos valor e inteligencia» para ello.

El copresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Hans-Otto Pörtner, dijo durante su intervención en el acto que «no hay compromiso político ni acción rápida para frenar el deterioro del océano». Este «sufre de contaminación, acidificación, pérdida de oxígeno y de biodiversidad», lo que provoca que «pierda la capacidad de apoyarnos en mitigación y adaptación ante el cambio climático», aseguró. Los sumideros de carbono marinos, como los corales, manglares y praderas de posidonia, solo seguirán funcionando si paramos las emisiones fósiles, señaló.

Sinkevicius, por su parte, explicó que los confinamientos y la paralización de las economías por crisis sanitaria «hizo que los GEI cayeran dramáticamente», pero la verdad es que «necesitaríamos un confinamiento cada año hasta el 2030» para cumplir los objetivos climáticos. Sin embargo, las soluciones a la crisis pasan por la economía azul, por lo que el comisario espera que «esta COP26 sea recordada como el momento en el que dejamos de procrastinar para empezar a actuar».