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Redes de pesca que acaban siendo botes de detergente o de cosméticos

Efe MÓSTOLES

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PEPA LOSADA

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos obtienen nuevos materiales y envases plásticos al reciclar los aparejos

09 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un grupo de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha desarrollado «una solución novedosa» para reutilizar redes de pesca recicladas de polietileno, demostrando su viabilidad para la fabricación de botellas empleadas en cosmética y envases de detergentes.

Impulsado por el Laboratorio de Tecnología de Polímeros (LATEP) y el Grupo de Ingeniería Química y Ambiental (GIQA) de la URJC, el reciclaje de estas redes de pesca «podría contribuir a la reducción de plásticos en entornos marinos y al desarrollo de la Economía Circular en el sector plástico», destaca la universidad en una nota.

Subraya que una fuente importante de los residuos que se acumulan en los océanos proviene de las herramientas relacionadas con la actividad pesquera, especialmente las redes, que «perjudican enormemente a la flora y fauna marina».

Para encontrar una solución, un equipo de investigación de la URJC ha estudiado posibles usos del polietileno de alta densidad (PEAD) procedente de las redes. Aunque un primer objetivo fue la obtención de nuevo de redes de pesca a partir de este material reciclado, la presencia de sustancias inorgánicas, principalmente arenas, «limitaba su reutilización al dificultar la preparación de las fibras necesarias», por lo que se analizó la viabilidad de otros usos.

«Para compensar la pérdida de propiedades del material reciclado tras su uso y reciclado, se ha mezclado con diferentes grados de PEAD virgen, con el objetivo de utilizar las mezclas obtenidas en la fabricación de envases y botellas destinadas al contacto no alimentario», ha explicado el director del LATEP, Carlos Domínguez.

De esta manera, mediante una selección de materiales vírgenes adecuados y la posterior mezcla con el reciclado, el equipo de investigación ha logrado compensar la pérdida de propiedades del material recuperado a partir de redes, dotándolo de potenciales aplicaciones dentro de la industria.

Estos resultados, publicados en la revista científica Polymers, podrían ser de gran utilidad para colaborar en la canalización y gestión de los residuos de redes de pesca.

Según un informe de Greenpeace, unas 640.000 toneladas de «redes fantasmas» acaban en los mares y océanos cada año, una cifra que equivaldría al 10 % de los plásticos que se encuentran en el ecosistema marino siendo directamente responsable de la muerte de muchos animales. Además, su uso en aplicaciones para envasado puede ayudar a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible marcados por la Unión Europea para el 2030, donde se establece que más de la mitad de los materiales plásticos desechados deberá ser reciclada.

«Las nuevas posibilidades que se abren para este tipo de residuos podrán contribuir a la reducción de plásticos, principalmente en entornos marinos, y suponen un pequeño paso más hacia el desarrollo de una Economía Circular de los plásticos cada vez más real», ha señalado Domínguez.