Patrocinado porPatrocinado por

Dupliquen sueldos y verán como no faltan tripulantes

José Vicente Domínguez CAPITÁN DE PESCA Y MARINA MERCANTE

SOMOS MAR

MANUEL MARRAS

Es inútil intentar buscar el apego a esta dura ocupación con cutres campañas de márketing

08 nov 2021 . Actualizado a las 08:07 h.

Los armadores están seriamente preocupados por la falta de tripulantes para su flota pesquera. Pensando en ello, y como continuación de mi artículo de meses atrás, en el que comparaba la enorme diferencia salarial entre los patrones y jefes de máquinas con otros cargos de menor categoría, pero igualmente imprescindibles para la actividad pesquera, me van a permitir que haga las siguientes consideraciones.

Es bueno que los armadores estén preocupados por mejorar las condiciones de habitabilidad de la flota pesquera, tanto en lo que concierne a altura como a bajura, pues, por lo general, ambas carecen de un acondicionamiento que resulte atractivo para los tiempos actuales. La inversión en tales mejoras, sin duda será positiva; pero que nadie se olvide que los marineros de los barcos de pesca buscan algo más que confort.

Si los marineros dedicados a la pesca, tanto al día como en campañas de mayor duración, no muestran interés por una actividad tan dura (por lo sacrificada y peligrosa que es), es porque no existe una contraprestación económica que les motive a ello, por mucho confort de habitabilidad que se les ofrezca. Y también creo que es inútil intentar buscar el apego a esta dura ocupación con cutres campañas de márketing, tal que aquel «visitará países exóticos», eslogan de los años sesenta incitando a la carrera de náutica, o la captación que ahora se está haciendo en las escuelas náutico pesqueras.

Es necesaria una compensación económica altamente diferenciada de otras ocupaciones terrestres. El trabajo en la mar hay que pagarlo mejor y de ahí vendrá el apego a la profesión.

La importancia del atractivo salarial

En un barco factoría con una tripulación de 50 personas, que yo mandaba en los años setenta, 14 marineros ocupaban un rancho de pequeñas dimensiones pegado al cofferdam de proa, ¡en campañas de seis meses!. Y, a pesar de lo inhumano de aquellas condiciones, no faltaban tripulantes españoles porque los sueldos duplicaban a otros de tierra de semejante cualificación.

Mejorar las condiciones de habitabilidad es imprescindible, pero mientras no exista un atractivo salarial importante, seguiremos con una oferta laboral angustiosa para tripular nuestra flota, frente a un paro juvenil alarmante. ¿Puede entenderse en estas circunstancias semejante paradoja?

Por ello, propongo que hagan la prueba: Dupliquen el salario de la marinería y verán como ningún barco quedará en puerto por no cubrir el cuadro mínimo de personal. ¿Que económicamente no lo soportaría la actividad? Es posible, pero entonces tendríamos que plantearnos si habrá llegado la hora de reducir el esfuerzo pesquero y amarrar parte de la flota, para que toque a más el reparto del pastel.

Personal foráneo, solución a corto plazo

Son situaciones que van ligadas al progreso de los pueblos. No hay más que mirar a nuestro alrededor; y saben bien que me estoy refiriendo a lo sucedido a nuestros vecinos europeos del norte.

Otras soluciones, como la incorporación de personal foráneo con bajos salarios, pueden funcionar a corto plazo, pero lamentablemente las necesidades nunca serán cubiertas por la juventud que sigue en paro, a la espera de una incierta, sí, pero mejor oportunidad a la que (con todo el derecho), aspiran la mayoría de nuestros jóvenes.

José Vicente Domínguez, excapitán de Marina Mercante y de Pesca.