El sistema de combate y la adecuación medioambiental serán los principales ejes
25 oct 2021 . Actualizado a las 21:47 h.El proceso para la modernización de las fragatas F-100 ya está en marcha, pero se avecina un camino largo. El Ministerio de Defensa cuenta con un informe técnico, que le encargó a Navantia, con las principales actuaciones que tendrá que acometer para alargar el ciclo de vida de unos buques que reportaron los mayores éxitos internacionales para la compañía naval pública. El objetivo era determinar el alcance de la actualización de los equipos y los sistemas obsoletos sin que ello suponga una merma de sus capacidades durante las próximas décadas. Sin embargo, aún resta un ingente trabajo antes de que las fragatas entren en el dique.
El departamento que dirige Margarita Robles explica que actualmente está finalizando la redacción del documento Requisitos de Estado Mayor (REM), en que se definirán en detalle cada una de las actuaciones a ejecutarse. En este mismo informe «también se definirá el marco temporal y una estimación del alcance económico de este programa». Una vez que esta fase se haya superado, se fijará el calendario para acometer la modernización.
Tras el trabajo previo realizado por la compañía pública que preside Ricardo Domínguez, el ministerio tiene claro las líneas maestras que va a tener que realizar en ese programa de modernización. «Las principales actuaciones que contienen los requisitos operativos de la modernización de las F-100 son relativas al sistema de combate, así como actualizaciones encaminadas a continuar con la protección del medio ambiente», informan fuentes oficiales de este departamento. Además, añade que «se buscará la comunalidad con el sistema que llevarán las fragatas F-110, y modificaciones en la plataforma para su puesta al día, así como la máxima contribución posible a la conservación del medio ambiente mediante la actualización de los sistemas para perseguir el estricto cumplimiento del convenio Marpol».
Dos décadas en operación
Las cinco fragatas F-100 tienen su base en Ferrol, y la primera de las cuales, la Álvaro de Bazán -que da nombre a la serie- cumplirá el próximo año sus primeras dos décadas en operación. De ahí que la Armada haya decidido abordar su modernización. Además, el hecho de que en marzo del próximo año dé comienzo el proceso de construcción de la nueva generación de fragatas -las F-110- implica el inicio de un programa que vendrá a revolucionar la flota naval española. Unificar, o al menos hacer compatibles, los sistemas y equipos de ambas series es uno de los objetivos que persigue la Marina, y los tiempos para acometer ambas obras podrían acompañar.
La intención inicial de Navantia es la de centrarse durante los próximos años en la fabricación de la primera unidad, y una vez que comiencen a construirse las siguientes, establecer una cadencia entre unas y otras.
Las F-110 serán construidas en el astillero ferrolano. Resta por conocer en qué factoría se llevará a cabo la modernización de las F-100 y será Navantia la que tome esa decisión.