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El Ramón Margalef retoma el estudio de la sardina ibérica tras regresar de La Palma

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Kike Rincón

La campaña Iberas fue interrumpida el 16 del mes pasado para analizar los efectos de la lava en el entorno marino de la isla canaria

14 oct 2021 . Actualizado a las 22:13 h.

Cuando en septiembre el volcán de Cumbre Vieja entró en erupción, el buque de investigación oceanográfica Ramón Margalef abandonó la campaña de evaluación de la sardina en el Cantábrico y puso rumbo a La Palma para estudiar los efectos de la lava en la acidez y temperatura del agua y otros efectos que podrían darse. Ahora que su misión en la emergencia volcánica ha concluido, la embarcación ha regresado al norte para retomar la evaluación de la especie pelágica en el Cantábrico.

Según informa el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en un comunicado, el Ramón Margalef llegó el viernes pasado a Vigo y, tras embarcar el personal científico, se reanudó la campaña oceanográfica Iberas 0921, cuyo principal objetivo es estimar la fuerza del reclutamiento de la sardina; es decir, «la cantidad de sardinas juveniles (xouba, parrocha o petinga como se conoce en Galicia y Portugal) en todo el margen atlántico de la Península Ibérica, desde Fisterra hasta el cabo de San Vicente», aclaran desde el instituto.

A bordo del Ramón Margalef va un equipo científico de ocho investigadores y técnicos del IEO y de su equivalente portugués, el IPMA (Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera). Su misión de medir el número de sardinas jóvenes que se incorporan a la pesquería ser realizará mediante una prospección acústica desde la costa hasta una profundidad de 150-200 metros desde el sur del río Miño hasta el cabo Espichel, al sur de Lisboa. En total, se examinarán unas 630 millas, para lo que contarán con el apoyo de barcos del cerco portugueses.

Como ocurrió el año pasado, la campaña se coordinó científicamente con la Juvena, la campaña que se desarrolló a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño en el Cantábrico —entre Galicia y la Bretaña francesa— y que tiene como objetivo evaluar la fuerza del reclutamiento de la anchoa, pero también el de la sardina. Ambos buques, de similares características y equipamiento, también trabajarán con una metodología común. Como novedad, este año Iberas extenderá algunos de los radiales hasta los 1000 metros para comprobar si, tal como sucede en el golfo de Vizcaya, la mayoría de los juveniles de anchoa se distribuyen fuera de aguas costeras.

Los resultados de esta campaña se analizarán durante el mes de octubre y se presentarán en los foros científicos internacionales dependientes del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) en noviembre.

A corto plazo, el objetivo es que esta campaña proporcione un índice de reclutamiento que mejore el conocimiento de la dinámica y, en consecuencia, aumente la precisión en su evaluación como base para establecer el mejor asesoramiento científico posible para la gestión de la pesquería de sardina, objetivo común de científicos, pescadores y Administraciones de ambos países.