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La lancha Rosa navegaba fuera su zona y entre olas para las que no estaba diseñada

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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CAPOTILLO

La investigación concluye que el naufragio, en el que murió uno de sus tres tripulantes, se debió a las malas condiciones meteorológicas

14 oct 2021 . Actualizado a las 04:47 h.

La embarcación de artes menores Rosa, que naufragó en febrero del 2020 en las inmediaciones de Ons en un incidente en el que murió uno de sus tres tripulantes, navegaba fuera de la zona de navegación que tenía permitida por la Capitanía Marítima de Vilagarcía y en unas condiciones meteorológicas que no estaba diseñada para afrontar. Esto último fue, precisamente, lo que causó su vuelco.

Es lo que concluye la Comisión de Investigación de Incidentes y Accidentes Marítimos (Ciaim) en su informe. Un análisis para el que no contó con el testimonio del patrón y armador, hermano además del tripulante fallecido, puesto que se negó a declarar a la Ciaim. Los investigadores, por tanto, no han podido saber qué trabajos estaban realizando a bordo de la Rosa en la zona de O Centulo, pero apuntan que, como embarcación de la tercera lista que es, no podía estar destinada a tareas auxiliares de acuicultura, si es que, como han apuntado terceras personas, estaba buscando mejilla. Tampoco han podido saber por qué estaba fuera de su zona de navegación, puesto que solo podía navegar en el interior de la ría de Arousa y la embarcación naufragó en la de Pontevedra.

El informe también constata que ninguno de los tripulantes llevaba puesto el chaleco salvavidas y que solo el patrón figuraba en el rol de la lancha. Un segundo marinero estaba enrolado, pero en otro barco y el tercero no estaba en ninguna, aparte de que no figura en la base de datos de la Dirección General de la Marina Mercante y, por tanto, deja caer la duda de que tuviese titulación alguna (profesional o de recreo), que sí tenían los otros dos.

Además, la embarcación, sin amuras, sin cubierta, sin lanchas salvavidas ni radiobaliza, que había sido regularizada, estaba diseñada para soportar olas de 2 metros, no de 3 como las que había y mucho menos de 5 o 6 como las que se preveían.

A la vista del caso, la Ciaim recomienda sensibilizar sobre los riesgos de zarpar en malas condiciones climáticas y respetar las limitaciones de diseño. Por supuesto, en este tipo de embarcaciones se debería llevar siempre chaleco, incluso con buen tiempo, recoge.