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Colocan cámaras en las alcantarillas para detectar los vertidos a las aguas del puerto

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

Martina Miser

Ravella encontró y arregló dos conexiones de residuales a la red de pluviales

05 oct 2021 . Actualizado a las 07:46 h.

El agua llegaba sucia, pero no se sabía de dónde. El problema se detectó ya el año pasado, cuando una inspección constató la salida de agua residuales por donde solamente deberían aparecer pluviales. Unas aguas que desembocaban en la dársena del puerto deportivo de Vilagarcía y que fueron detectadas por Augas de Galicia. Una vez el Concello tuvo conocimiento de la situación procedió a intentar encontrar el origen del problema para dar con la solución. Pero la operación no resultó nada fácil.

Ravella califica el asunto como una de las actuaciones más complicadas llevadas a cabo por el Concello en los últimos meses en lo que a la mejora del saneamiento se refiere. Una dificultad que se ceñía a dar con la zona en la que se originaba el vertido y que obligó a Ravella a una investigación profunda. Las primeras pesquisas llevaron a los operarios a centrar sus esfuerzos en las canalizaciones de pluviales procedentes de la avenida da Mariña y de Rosalía de Castro, la más cercanas a dónde se producía el vertido. Fiasco. Allí no estaba el problema y la cosa se complicaba cada vez más, así que tocaba incrementar la vigilancia por si algo se había escapado. «O Concello recorreu á utilización de cámaras de control remoto para inspeccionar as tubaxes da rede de saneamento dende o seu interior coa finalidade de poder apreciar posibles fisuras ou roturas pola que puideran filtrar. Neste primeiro intento as cámaras non detectaron ningún tipo de problema en ningún dos dous tramos mencionados», explican fuentes municipales.

Había que extender el abanico de zonas sospechosas y, con ello, se incrementaban las dificultades. «Decidiuse ampliar o ámbito de actuación, cunha segunda prospección das cámaras polo entramado da rede de pluviais que se abre dende a zona do Ramal. A complexa e lenta operación dou finalmente os seus froitos ao detectar na rúa Santa Lucía a dous edificios que tiñan conectadas as augas residuais á rede de pluviais en lugar de á de saneamento». Es decir, aparecieron los culpables y luego todo ya fue más sencillo. «Unha vez localizado o problema, os operarios municipais tiveron que abrir a rúa para selar as conexións irregulares e conectar as saídas de residuais dos dous inmobles á rede de saneamento que, aproveitando as obras, tamén se renovou nese tramo de rúa». Los trabajos realizados sirvieron para eliminar un punto importante de vertidos y la inspección que posteriormente realizó Augas de Galicia constató que el arduo proceso de investigación y arreglo había dado sus frutos y que las aguas del puerto vilagarciano tenían un foco menos de contaminación.