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Víctor Costas: «Cando vexa ao meu irmán, direille que se serene, que está entre a xente que o quere»

Marcos Gago Otero
marcos gago BUEU / LA VOZ

SOMOS MAR

Está previsto que llegue hoy a El Cairo el patrón buenense que estuvo retenido en Yemen. La embajada le ha reservado un hotel hasta que pueda tomar un vuelo a España

02 sep 2021 . Actualizado a las 10:56 h.

En Bueu, la familia de Pablo Costas respira aliviada. Cuenta las horas para poder recibirlo, probablemente esta semana. «Estamos moi esperanzados de que volva pronto e de poder abrazalo». El marino gallego llegó el martes por la noche a un hotel en Seiyún, una ciudad con aeropuerto, ubicada en Yemen, el mismo país donde estuvo retenido durante 11 meses en el Cobija -el barco que capitaneaba-, tras una denuncia de las autoridades australianas por una acusación de presunta pesca irregular.

Ahora las gestiones diplomáticas, tras una notable presión en la calle en su comarca natal, con el respaldo de su Concello en pleno, y con amplia difusión mediática, lograron desatascar su repatriación. Esta se hacía más urgente por las pésimas condiciones de vida a bordo tras tantos meses retenidos y expuestos a una importante incertidumbre sobre su seguridad -en Yemen se libra una guerra civil-. Así que, si todo discurre como está previsto, Pablo Costas podrá viajar desde Seiyún de regreso a Galicia y dar carpetazo a una odisea en la que vivió momentos dramáticos y que movilizó a la sociedad de O Morrazo, especialmente de Bueu.

El portavoz de la CUT, Manuel Caamaño, confirmó que el buenense se subirá hoy a un avión con destino a El Cairo. Allí, la Embajada española le ha reservado un hotel donde permanecerá alojado hasta que pueda subirse un avión que lo traerá a su país de origen y, finalmente, llegar a Bueu, donde lo esperan sus seres queridos. Desde Asuntos Exteriores no pudieron ayer aportar detalles más precisos sobre este periplo.

Gratitud a sus vecinos

Su hermano y portavoz de la familia, Víctor Costas, manifestó su gratitud a los buenenses en general, a los vecinos de O Morrazo y a tantas personas que mostraron su solidaridad con Pablo durante estas últimas semanas angustiosas. «O papel da xente de Bueu foi fantástico, non podía ser mellor. Estou agradecido, de corazón, aos moitos veciños e amigos que nos axudaron, e non só de Bueu, ou de Galicia, e de España, senón de moitos sitios», manifestó, expresando su alivio por el fin del culebrón que los mantuvo en vilo durante más de un año.

«Cando vexa ao meu irmán, direille que se serene, que estea tranquilo, que xa está entre a xente que o quere e que ten que repoñerse», afirma Víctor, mientras apura las horas para el reencuentro. Él entiende que a Pablo le tocará un período en tierra, para reponerse física y mentalmente del agotador período de tiempo retenido en el Cobija. Eso sí, Víctor cree que una vez recuperado, su hermano volverá al mar. «Eu imaxino que si, que volverá ao mar, porque é a súa profesión, el leva sempre no mar desde os vinte e poucos anos», recalca.