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Un ferri noruego recién construido busca abrigo en la dársena de Ferrol

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL / LA VOZ

SOMOS MAR

JOSE PARDO

Funciona con biodiésel y está destinado a la conexión con Finnøy

25 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado fin de semana recaló en el muelle de Ferrol un buque poco común en esta zona. Se trata del recién construido Hidle, un ferri de dos extremos (accesos a proa y popa) para la compañía noruega Norled, que opera este tipo de unidades para el transporte de pasajeros y automóviles en los fiordos del país.

Según fuentes portuarias, el motivo de la parada en la dársena interior ferrolana es la búsqueda de abrigo en su navegación hacia las aguas nórdicas de la ciudad de Stavanger, donde tendrá su base. La anterior escala la realizó en Lisboa como parte del trayecto a la región escandinava desde el astillero turco Ada, en Estambul.

El ferri funciona con biodiésel y está destinado a la conexión con Finnøy, en la región noruega de Vestlandet. Está preparado y diseñado, asimismo, para una futura instalación de hidrógeno comprimido, de acuerdo con la ficha técnica del constructor. Además de esta característica y de su funcionamiento actual con biocombustible, el ferri se destaca por una «carga y descarga eficiente» y su estancia panorámica.

Sus 74 metros de eslora (largo) y 14 de manga (ancho), tienen capacidad para transportar 60 vehículos, 290 pasajeros y remolque de seis unidades. La velocidad óptima estimada es de diez nudos.

En tránsito

No es la primera vez que amarra en Ferrol un buque así durante su tránsito desde las factorías turcas, en el Mediterráneo, hacia el norte. De hecho, en febrero del 2019, la escala de los ferris Samnøy y Huftarøy supuso el estreno del Puerto ferrolano en el mercado del suministro de Gas Natural Licuado (GNL) a buques.

En el sector gasista se prevé que el consumo del GNL en el transporte marítimo se dispare en los próximos años, por cuanto la normativa medioambiental europea determina límites a las emisiones de los buques en las zonas denominadas Emission Control Areas (ECA, por sus siglas en inglés) por lo que los combustibles convencionales estarán en desuso.