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Freire coloca un mástil de 6 millones de euros al megayate del jeque árabe atracado en Vigo

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

El nuevo palo del Azzam alberga un sistema de seguridad antimisiles

23 ago 2021 . Actualizado a las 18:20 h.

El astillero Freire y varias empresas auxiliares del sector naval están dando los últimos retoques al Azzam, el megayate del presidente de los Emiratos Árabes, jeque Mohamed Bin Zayed Al Nahyan y anfitrión del rey emérito Juan Carlos en Abu Dabi. Ya ha concluido la colocación del mástil de 13 metros de altura que alberga sofisticados sistemas de telecomunicaciones antimisiles para esta embarcación de recreo, la más grande del mundo con 180 metros de eslora, que lleva en Vigo desde finales de marzo.

Ahora hay que poner a punto y comprobar el buen funcionamiento del equipo hidráulico que permitirá abatir y subir el mástil, que tiene un valor de seis millones de euros. Con este sistema, el barco podrá navegar por canales en los que hasta ahora no podía hacerlo por el gálibo de los puentes. En la torreta se albergan diversas antenas y sistemas.

El Azzam dispone de tecnología militar con radares y un sistema antimisiles que le permite eludir un ataque con antelación suficiente antes de que se produzca. Para proteger a sus ocupante no tiene cubiertas al aire libre y las estancias están blindadas. Ayer, había operarios de una empresa auxiliar que estaban supervisando, junto al personal de Freire y de otras subcontratas, el resultado del trabajo que han venido realizando durante los últimos meses y que ha consistido en una mejora de la seguridad, de las telecomunicaciones y en el sistema eléctrico y electrónico.

Tras el atraque del megayate en la Estación Marítima de Vigo, primero se colocaron unos sistemas de protección para salvaguardar el casco al acantonarse contra el muelle. La seguridad es una de las grandes preocupaciones del califa presidente de Abu Dabi, Bin Zayed, considerado hoy día un muro de contención contra el extremismo islámico y que ha promocionado el papel de la mujer en los Emiratos Árabes, al tiempo que ha mantenido una actitud dialogante con otras religiones, ya que recibió al papa Francisco hace dos años.

Dentro de la embarcación, la seguridad es máxima y, para moverse, los trabajadores necesitan tarjetas magnéticas. Los operarios que han colocado el mástil no han podido entrar en el interior del yate Y es que los tesoros que encierra en su interior son muy valiosos. Hay paredes forradas con panes de oro y zócalos de jade, además de una pinacoteca que podría estar en el Museo del Prado, amén de jarrones y mobiliario de lujo con grandes lámparas colgantes y alfombras muy valiosas a las que son tan aficionados los mandatarios árabes.

En la puesta a punto del yate han estado trabajando unos quince especialistas del astillero Freire y de un grupo de empresas subcontratadas para distintas tareas, desde las grúas al montaje, la electricidad o la electrónica. El barco llegó el 28 de marzo e iba a estar hasta el 27 de junio, pero la supervisión y el montaje han sido muy estrictos y se han vigilado desde cerca siguiendo normas muy exigentes. Por todo esto, será la próxima semana cuando probablemente pase las pruebas definitivas y pueda zarpar del puerto de Vigo.

El Azzam, construido en un astillero de Alemania, fue entregado a su propietario en el año 2013. Con un coste estimado de 605 millones de dólares, este yate fue más caro que el anterior más grande del mundo, el Eclipse del millonario ruso Román Abramovich. Su llegada a la ría hace ya casi cinco meses fue todo un acontecimiento. Además, coincidió con otro megayate ruso, el A, propiedad del millonario ruso Andrey Melnichenko, y con las pruebas del velero Sea Cloud, construido en Metalships.