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Del bañista herido en Vilagarcía al roce entre instituciones

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

MONICA IRAGO

La Xunta asegura que es ajena a las señalizaciones del marisqueo y apunta al Estado y al Concello, provocando que Ravella exija una aclaración por escrito

13 ago 2021 . Actualizado a las 22:22 h.

La semana comenzó en Vilagarcía de Arousa con un bañista herido, al golpearse con una baliza mientras nadaba de espaldas en aguas de la playa de A Concha. A la sombra de este incidente resurgió el viejo debate sobre este tipo de señalizaciones, que ayer se encaminó de forma inesperada hacia el roce institucional. El caso es que, preguntada al respecto, la Consellería do Mar explica que su papel se limita a autorizar el ejercicio de la actividad en los parques de cultivo, que disponen de una concesión administrativa del Estado. A partir de ahí, cualquier alteración del dominio público marítimo terrestre necesita una autorización expresa de Costas. Como mucho, la Xunta emite informes sobre los procedimientos que tramita el Estado, relativos a la colocación de cualquier elemento en dicho dominio.

«A instalación de elementos nas praias urbanas é unha competencia municipal, e cando se excede ese ámbito prevalecen as competencias da Administración estatal», añade Mar, que indica que es la Dirección General de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, la responsable de «autorizar a colocación de calquera elemento ou a realización de calquera obra que poida alterar o dominio público marítimo terrestre».

Aclaración de las competencias

Esta referencia al ámbito municipal ha desencadenado una rápida reacción por parte del Concello. El alcalde, Alberto Varela, no oculta su sorpresa, ya que la Administración local, subraya, «ni pincha ni corta, ni lo hizo nunca, en la gestión de las concesiones marisqueras y su actividad, y nunca se ha pedido opinión al respecto». En todo caso, el regidor socialista anuncia que se dirigirá por escrito a la consellería «para que especifique cuáles son esas supuestas competencias municipales sobre las zonas y concesiones marisqueras». Será entonces, concluye, cuando se vea si el Ayuntamiento tiene arte o parte en este asunto, «o si realmente compete a la Consellería do Mar o a Capitanía Marítima».

A la espera de que esa consulta dé algún fruto, es el patrón mayor de Carril, cargo que compagina con la presidencia de los parquistas, quien arroja algo de luz sobre las señalizaciones en la playa. Para empezar, cabe subrayar que el nadador no se hirió contra la baliza de ningún parque de cultivo. Se golpeó con uno de los tubos de hierro que marcan la separación entre las zonas de marisqueo a pie y a flote en A Concha. Estas piezas se encuentran en el interior del área de baño. «En cambio, os parques —puntualiza José Luis Villanueva— non están na zona de baño, e polo mesmo tampouco non se debería nadar nin entrar sobre eles en piragua».

Esa delimitación de las zonas de marisqueo cuenta con el visto bueno de todas las instituciones competentes en la materia. Pero, por lo que respecta a los viveros, Villanueva aclara que, sencillamente, no existe ninguna normativa para su señalización: «O que facemos é concienciar os parquistas de que usen sempre materiais como plástico e madeira, nunca ferro, para evitar que se produzan accidentes, non xa dos bañistas, senón deles mesmos no traballo». El patrón mayor coincide en la conveniencia de que esos tubos férreos se sustituyan, pero alerta de que «iso non evitará que no que se poña crezan os arneiróns —diminutos crustáceos rocosos— que foi co que se rozou ese bañista».