Franceses e ingleses copan las escasas plazas de amarre de veleros en la Costa da Morte

SOMOS MAR

Cada día fondean en el litoral de la Costa da Morte un centenar de embarcaciones
14 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Franceses e ingleses y, en menor medida, alemanes, belgas, holandeses, italianos... Suelen llegar en grupos de dos, tres y cuatro personas, predominando las parejas y las familias aventureras. Lo hacen en veleros y en yates que, en la mayor parte de los casos, están abocados a fondear en la primera ría o playa que llegan debido a la escasez de plazas de amarre existentes en la Costa da Morte.
Cada día llegan a la comarca un centenar de embarcaciones de recreo y la gran mayoría tiene que anclar fuera de los muelles, porque sencillamente no los hay. En Corcubión llevan la friolera de 26 años a la espera de poder disfrutar de una pequeña zona de amarres, tal y como recordó Noemí Bermúdez de Castro, del Club Náutico Carrumeiro: «La flota local de recreo la integran unas cien pequeñas embarcaciones de Cee, Corcubión, A Ameixenda... Que se tienen que refugiar en los pantalanes de O Ézaro. Cada día llegan dos o tres veleros, que tienen que fondear dentro de la ría».
De la misma opinión es José Fernando Carillo, secretario del Náutico de Fisterra: «En el 2019 un temporal nos dañó por completo nuestras instalaciones y ahora estamos a la espera de firmar un convenio con la Xunta para habilitar una escuela municipal de vela y traer de nuevo para aquí la lancha de salvamento de Protección Civil». Como apuntaron en el Náutico Carrumeiro, José Fernando Carrillo recordó que en Fisterra llevan «treinta años» de espera por el puerto deportivo «y todavía no hay nada».
Por su parte, tal y como indicó el secretario del Náutico de Laxe, José Manuel Pato, la entidad permanece a la espera de que Portos concluya las obras del dragado para que se reinstale el pantalán de la flota recreativa y se les ceda una oficina que sirva de sede social del Club Náutico.
En otras localidades costeras de la Costa da Morte tienen mejor suerte, pero aun así hay déficit de plazas. Como ocurre en la villa del encaje. Según comentó Martín Castiñeira, presidente del Club Náutico de Camariñas, están habilitadas 30 plazas, «pero non temos axudas, nin apoio das Administracións». Cada día entran en el puerto camariñán entre 10 y 12 embarcaciones de recreo, en su mayoría «de franceses, alemáns, ingleses e italianos». Y añadió: «Temos todas as prazas cubertas, dende hai días non hai unha só dispoñible, precisamos de máis zonas de amarre, pero non nos as conceden polo que moitos acaban fondeando na ría ou preto das nosas praias porque non o poden facer nos pantaláns».
En Muxía ya se han contabilizado más de 200 tránsitos desde enero
Marcos Trillo es responsable de Cataventos, la empresa que gestiona las instalaciones deportivas del puerto de Muxía desde el año 2014. Los pantalanes tienen capacidad para albergar a 220 barcos de recreo y ocio y en la actualidad están ocupadas 120 plazas de las que 80-90 pertenecen a vecinos de Muxía: «En lo que va de años llevamos unos 200 tránsitos, lo que no está nada mal para ser un año de pandemia, pero el objetivo es alcanzar los 700 contabilizados a diciembre del pasado año».
Esta campaña estival «va por el buen camino». Como el resto de responsables de clubes y entidades náuticas de la comarca hasta Muxía llegan navegantes de «Francia, Inglaterra, Holanda, Bélgica y Alemania». Suelen quedarse entre un día (una jornada de pernocta) y una semana y como dijo Marcos Trillo: «En nuestro caso tenemos dos temporadas fuertes al año: la que va de mayo a julio, que es cuando los barcos de Centroeuropa pasan en dirección al sur, y la de comienzos de septiembre hasta noviembre, que es cuando realizan el viaje de vuelta».
Lista de espera para participar en los cursos de vela, todo un reclamo en la comarca
La otra actividad náutica más demandada en la Costa da Morte, con el permiso del surf, el windsurf... O las pruebas federadas de salvamento y socorrismo, es la vela. Después de un año y medio verdaderamente complicado por culpa del covid, los cursos regresan por todo lo alto. Eso sí, donde se pueden hacer porque en muchas localidades costeras todavía es inviable debido a la falta o escasez de medios técnicos y humanos.
El Club Náutico Carrumeiro de Corcubión es de los pocos que impulsan este tipo de iniciativas en la zona durante la temporada estival: «Creamos grupos de hasta 25 personas para evitar posibles contagios. Habilitamos esta especie de grupos burbuja desde que comenzó el verano y las actividades están resultando ser todo un éxito», señaló Noemí Bermúdez de Castro. La representante de Carrumeiro comentó que los cursos ofertados son de 15 horas, de lunes a viernes (tres horas al día).
El precio del curso es de 60 euros para los jóvenes de entre 7 y 17 años y de 90 euros para los mayores de 18. «Empezamos el 5 de julio y tenemos muchas reservas, en algunos momentos, incluso, listas de espera al no poder ofrecer más de 25 plazas, pero la verdad es que la gente se lo está pasando en grande. Es más, el que viene una vez, repite, porque es una gran experiencia». Noelia Bermúdez de Castro destacó que al tratarse de una experiencia al aire libre la gente se puede quitar la mascarilla y disfrutar así de una actividad en el mar.
Doce barcos
De la misma opinión es Marcos Trillo, de la empresa Cataventos de Muxía: «Durante los meses de julio y agosto ponemos 12 barcos en liza y tenemos mucha gente mayor de 18 años. Son cursos muy interesantes para los que empiezan en la vela», indicó.
En otros clubes deportivos la falta de espacio o de medios impide la realización de estas actividades náuticas. En Fisterra continúan a la espera de que les habiliten una zona para la escuela de vela municipal, toda vez que la anterior sede sufrió daños durante un temporal acaecido en el 2019. Y en Laxe como señaló José Manuel Pato, secretario del Club Náutico, permanecen a la espera de poder contratar un monitor para dar clases en la modalidad Optimist.