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Jackets al ajillo con aroma de molinillo

Espe Abuín FUERTE MAREJADA

SOMOS MAR

JOSE PARDO

28 jun 2021 . Actualizado a las 09:00 h.

¿Jugamos al Un, dos, tres? —Sí, una, que ya va acumulando demasiado de ese eufemismo que es la sabiduría—. Por quince céntimos de euro: cosas que se pueden hacer en el mar. Bañarse, surfear, navegar, nadar, pescar. Tirriiiiiiiinngggg -onomatopeya de estruendo de sirenas, bocinas, campanas y otros sonidos desaparecidos de los que el domingo hablaba Murado-. «Mire usté, eso de pescar en el mar, Transición Ecológica, no lo ve», que dirían las Supertacañonas.

 A la hora de ordenar el espacio marítimo, Madrid ha pasado por alto que en el mar se pesca. Y en aguas gallegas, desde tiempos inmemoriales. Se ha olvidado... o realmente cree que es más importante usar el mar para generar energía eléctrica que para extraer peces. A fin de cuentas, con la luz nos calentamos, nos refrigeramos, cocinamos, planchamos y con la pesca... solo comemos.

Total, que Madrid ha dado preferencia a plantar molinos en el mar que a pescar xurelos -ya no digo rapes, que esos vienen del arrastre y... no hace falta decir más-. Madrid, donde deben de creer que el pescado nace en el arcón del congelado o en el lineal de frescos y no que llega todos los días desde Galicia y otros puntos de España a Mercamadrid. Pero bueno, también llega de China. Y de Noruega, que nos roba xarda en toda la jeta para después ponerla en el súper al lado de la capturada en el Cantábrico, con salmón, bacalao, arenques.

Entonces, ¿para qué pescar si podemos generar energía en el mar? Total, lo de la soberanía alimentaria, el tener qué comer, ya nos lo garantizan terceros países. Lo perentorio es que la raya del horizonte del mar gallego se llene de aerogeneradores para producir energía que enviar a Madrid, quizás así nos salga más barato el recibo. ¡Ay no! ¡Que no nos descuentan nada por generar luz!

Quizá haga falta una crisis como la de los chips que tiene parada a Stellantis para darnos cuenta de que quizá no convenga dejar en manos de terceros llenar el buche. Pero, bueno, siempre podremos comer jackets al ajillo al aroma de molinillo.

Confío en que esa fiebre que le ha entrado a Galicia por los parques eólicos como motor económico, que ha llevado al presidente gallego a firmar un pacto con Asturias y Cantabria para impulsar la generación de energía verde marina, no se haga a costa de apagar ese motor que ha modelado y dado carácter a todo el territorio gallego que está del horizonte para acá.