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Pasmo en el sector al no incluir Ribera la pesca entre los usos prioritarios del mar

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

XOAN CARLOS GIL

El colectivo insta a cumplir el mandato constitucional de proteger la actividad

25 jun 2021 . Actualizado a las 04:40 h.

Al Ministerio de Transición Ecológica parece habérsele escapado de que en el mar se pesca. Y que en aguas gallegas, además, se pesca mucho. En el proyecto de real decreto con el que pretende planificar el espacio marítimo de las cinco demarcaciones marinas de España, la actividad pesquera aparece de forma tangencial, solapada, en palabras del propio sector.

Tan ignorada, que ni siquiera aparece entre las siete categorías de zonas de uso prioritario. Se ha pensado en la salvaguarda de la biodiversidad, en la extracción de áridos destinados a la protección costera, en la defensa del patrimonio cultural, en la I+D+i, en la defensa nacional, la navegación y en la energía eólica marina. ¿Y en la pesca? La actividad extractiva no aparece más que en las alegaciones que ya ha remitido la Asociación Pescagalicia-Arpega-Obarco y en las que van a presentar también las cofradías de pescadores a una consulta que se cierra hoy. A juicio de los profesionales, esas siete categorías tendrían que ser, por tanto, ocho, con la inclusión de una para la protección de la actividad pesquera.

Más atención

El sector se muestra sorprendido del «trato discriminatorio y del total solapamiento de la pesca en relación a otros segmentos» y de que no se hayan calculado las posibles afectaciones a la pesca. Y dolido, porque ni siquiera en la exposición de motivos del proyecto se menciona como objetivo el mantenimiento de la actividad pesquera, «que en la demarcación atlántica es el más numeroso y el de mayor impacto económico y social». Por eso, los apuntes que desde el colectivo se realizan afectan ya al mismo preámbulo de la norma en proyecto, donde quieren que aparezca por escrito que el mantenimiento del sector pesquero es tan importante como cumplir el Pacto Verde Europeo, el Acuerdo de París y la Estrategia Biodiversidad.

Pero la mayor afrenta es no haberle dado un trato preferencial como sector primario superviviente, proveedor de alimento necesario y saludable de una manera sostenible y con poca huella medioambiental y sí hacer esa reserva para los aerogeneradores.

«No establecer entre las categorías de uso prioritario del espacio marítimo la actividad pesquera, siendo España la máxima potencia en la UE en la pesca, es una carencia totalmente injustificable», apuntan. Máxime cuando el objetivo de esa reserva es garantizar que ese uso prioritario no se vea comprometido. Por eso, dejar fuera a la actividad pesquera es dejarla en la más absoluta indefensión, dicen.

«Un sector que ha sido esencial durante la pandemia no puede quedar ahora solapado y al margen de un uso prioritario que le daría seguridad jurídica y, sobre todo, garantías de que su actividad podrá seguir desarrollándose», apunta Pescagalicia. Esta abunda en la sorpresa que supone que zonas como la costa gallega, con más de 80 caladeros de pesca, no se haya protegido la actividad, «máxime en una plataforma continental como la que existe en esta demarcación noratlántica, de escasa extensión y que no permite desplazar a la flota pesquera a otros espacios».

Los afectados no dudan incluso en aludir a la Constitución, pues consideran que Transición Ecológica contraviene el mandato constitucional del artículo 130 que indica «que los poderes públicos atenderán a la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular, de la agricultura, de la ganadería y de la pesca».

No será el sector pesquero el único que presente alegaciones en la consulta abierta por el Ministerio de Transición Ecológica. También Asime, la patronal de las industrias del metal anunció en la reunión de uno de los grupos de trabajo del Observatorio da Eólica Mariña su intención de hacer comentarios. Y lo mismo ocurre con la Xunta, que también hará sus aportaciones.