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La Eurocámara quiere una Ley de Biodiversidad tan potente como la del Clima

Somos Mar REDACCIÓN/ LA VOZ

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PSOE EUROPEO

Reclama un texto con normas y obligaciones para restaurar los ecosistemas y que se proteja un 30 % de la superficie marina

09 jun 2021 . Actualizado a las 17:43 h.

El Parlamento Europeo pidió este miércoles a la Comisión Europea una ley para la biodiversidad, similar a la Ley Europea del Clima, que contenga normas obligatorias de conservación y restauración de ecosistemas. Esta es una de las peticiones de la resolución que aprobó la Eurocámara con 515 votos a favor, 90 en contra y 86 abstenciones, sobre la Estrategia de Biodiversidad para el 2030, que la Comisión propuso el año pasado.

El ponente principal de la resolución, el eurodiputado socialista César Luena, aseguró que, con la aprobación del texto, se respalda la estrategia de la Comisión, puesto que la consideran «sólida y ambiciosa», aunque se incluyen siete iniciativas más. La primera de ellas es la creación de una ley de biodiversidad que establezca que los objetivos de protección y de restauración de la naturaleza sean de obligado cumplimiento, de manera similar a lo que hace la Ley Europea del Clima con los objetivos de emisiones de gases invernaderos. Así, también se propone que los objetivos del Plan de Restauración de la Naturaleza, que se presentará a finales de este año, según anunció el Ejecutivo comunitario, sean también vinculantes, incluyendo un objetivo específico de restauración de polinizadores.

La propuesta es que estas normas establezcan plazos hasta el 2050, con pasos intermedios en el 2030, para conseguir la preservación y la conservación del 30 % de los ecosistemas europeos. «Estamos ante una crisis planetaria», alertó Luena, que destacó que dicha crisis tiene dos vertientes: la climática y la de biodiversidad. Por ello, la resolución también propone un plan de acción a largo plazo «conjunto y coherente» sobre clima y biodiversidad.

Otra de las iniciativas es la creación de un marco legislativo común de preservación del suelo, que se contemple en la Estrategia de Biodiversidad, y que incluya una estrategia para luchar contra la desertificación. Asimismo, el texto reclama la creación de un «derecho fundamental a un medio ambiente sano», que se incorpore a la Carta de Derechos Fundamentales y la creación de un «Erasmus verde», con el objetivo de que los estudiantes se impliquen en proyectos de preservación de los ecosistemas.

Protección para los bosques 

Los eurodiputados, a través del informe, piden «la máxima protección posible» para los bosques, pues la Agencia Europea del Medio Ambiente señala que solo el 15 % de los hábitats forestales europeos se hayan en estado de conservación.

En este aspecto, el eurodiputado popular Gabriel Mato, ponente «en la sombra» del informe, reclamó, en su intervención en el debate de la resolución del pasado lunes, que la estrategia de la Comisión debe incluir a los agricultores y pescadores. «Cualquier estrategia debería implicar a los sectores que son fundamentales para proveer de alimentos a una población siempre creciente y tener en cuenta, además de los aspectos medioambientales, los aspectos económicos y sociales», explicó.

En la parte de los pescadores incidió el también popular Francisco Millán Mon, que reclamó más apoyo de la Unión Europea para facilitar la adaptación de la cadena mar-industria al cambio climático, sin perder de vista que la pesca y la acuicultura son sectores estratégicos y aliados en la lucha contra el cambio climático.

El eurodiputado gallego subrayó que el aumento de la temperatura de las aguas y la acidificación de los océanos repercute en la política pesquera común y, sin embargo, esta no ha movido desde hace 40 años el principio de estabilidad relativa. «Si a eso sumamos el brexit y la obligación de desembarque, es muy difícil que podamos mantener por mucho más tiempo la actual clave de reparto de los recursos pesqueros», afirmó.

En su intervención, Millán Mon recordó que numerosos Estados miembros de la UE ya aplican un tipo de IVA superreducido para los productos pesqueros: Irlanda (0%), Italia (4%), Polonia (5%) o Francia (5'5%). Millán Mon instó a todos los Gobiernos europeos a imitar a estos países y recordó que el consumo de pescado «es bueno para el planeta y para la salud», debido también a sus propiedades cardiosaludables.

Millán Mon concluyó advirtiendo a la Comisión Europea que el cambio climático no se debe emplear como excusa para imponer medidas de gestión más estrictas. «Todo recorte aumentaría todavía más nuestras ya elevadas cifras de importaciones de pescado. La Unión debe promover a nivel mundial la igualdad de condiciones entre la flota de terceros países y nuestro sector pesquero, el más sostenible del mundo», dijo.