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Mulleres do Mar de Arousa se lanzan a las redes para luchar contra los furtivos

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

Mónica Irago

Apelan a la sociedad para frenar el marisqueo ilegal, de bañador u organizado

11 jun 2021 . Actualizado a las 20:40 h.

«Vivimos das praias todo o ano». Esa frase, escrita en el cartel con el que posan Dunia y María Jesús, dos mariscadoras de Vilanova, ha sido el lema inaugural de la campaña que la asociación Mulleres do Mar de Arousa ha lanzado en las redes sociales contra el furtivismo. El colectivo, formado por mariscadoras, bateeiras, biólogas, patronas de embarcaciones de recreo, titulares de empresas de ocio y tiempo libre, trabajadoras de la conserva y muchas otras mujeres, quiere llamar la atención sobre un problema real. Un problema que afecta a un recurso finito y que lo hace con tanta intensidad que puede poner en jaque el modo de vida de la ribeira arousana.

La campaña consistirá, básicamente, en la publicación de imágenes reivindicativas y de datos, muchos datos, sobre lo que supone el furtivismo para quienes viven del mar. Y en hacer preguntas que nos hagan reflexionar. Por ejemplo la lanzada ayer mismo. ¿Trabajarías gratis 8,75 días para proteger tu oficina de los ladrones? Pensándolo desde tierra, la idea se nos antoja extraña. Sin embargo, ese será el tiempo que este verano invertirán las mariscadoras de A Illa en realizar vigilancias en los arenales: horas y horas de patrulla entre los bañistas para proteger su marisco de los furtivos de bañador que tanto daño hacen en sus concesiones. «En localidades como A Illa o Vilanova, ese tipo de furtivo arrasa», explica la secretaria y portavoz de la asociación, Sandra Amézaga.

Pero no en toda la costa arousana el problema adopta la misma cara. «Hay zonas, quizás la más conocida sea Cabo de Cruz, en la que hay un problema de furtivismo organizado. Extraen cantidades enormes de producto, incluso de cría que no va a los circuitos comerciales habituales», explica. Contra esa mafia también quieren alzar la voz todas las integrantes de la asociación.

«Porque este es un trabajo que queremos hacer entre todas, no solo las compañeras que son mariscadoras», explica Amézaga. «El furtivismo no es una cosa sin importancia, no es un fenómeno neutral; hace daño. Y esa es la idea en la que queremos insistir. Los recursos pesqueros son finitos, las mariscadoras se esfuerzan para protegerlos, hacen siembras, retiran algas, invierten horas en tareas de vigilancia... Erradicar el furtivismo es una cuestión de responsabilidad social», señala la portavoz de la asociación.

La lucha hace tiempo que comenzó: sector y administración llevan años trasladando a la sociedad el problema. Este es un nuevo intento por hacer llegar el mensaje a su destino. «Temos que intentalo, que outra cousa podemos facer?», concluyen, con los pies en el agua, desde Vilanova.