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La flota del Mediterráneo secunda de forma «unánime y contundente» el parón para protestar por el plan de la UE

Europa press MADRID

SOMOS MAR

Natxo Frances | Efe

Amenaza la actividad de 600 buques españoles y más de 17.000 empleos, entre directos e indirectos

05 jun 2021 . Actualizado a las 04:50 h.

Las organizaciones pesqueras, que convocaron el paro de la actividad de las flotas del Mediterráneo ayer, han destacado el seguimiento «unánime y contundente» de la protesta por el plan de gestión de la Unión Europea por parte de marineros, armadores y lonjas a lo largo de todo el litoral español, según han informado en un comunicado.

En concreto, las entidades han destacado la respuesta del sector, así como la de los representantes de los ciudadanos del litoral mediterráneo que ha sido «unánime y contundente» en defensa de esta actividad pesquera, que además de tradicional y sostenible, es esencial para el desarrollo socioeconómico de las poblaciones y ciudades que jalonan sus más de 1.600 kilómetros de costa. «Intentar acabar con esta actividad, tal como pretende Europa, alteraría la realidad social del Mediterráneo español, menoscabando incluso su capacidad de atracción turística», han recalcado.

De esta forma, se han congratulado por esta movilización en el litoral que confían que sea percibida por toda la sociedad. «Creemos que el Gobierno español y los políticos europeos, muchas veces alejados o desconocedores de la realidad de nuestra actividad, habrán de valorar y tener en cuenta el descontento de millones de ciudadanos del litoral mediterráneo», han subrayado.

El sector pesquero del Mediterráneo (arrastre, cerco y artes menores) convocó una parada de la actividad para protestar contra el plan de gestión para este mar impuesto por Europa a la flota que faena en estas aguas y que, según los pescadores, le aboca a su práctica desaparición.

La protesta ha servido para denunciar la situación y leer un manifiesto de rechazo a este plan y solicitar a la Comisión Europea y al Gobierno de España que actúe para impedir su extinción.

Según los pescadores, el plan de gestión de demersales (peces de fondo) de la Unión Europea, en vigor desde enero de 2020, está acabando «poco a poco» con la flota de arrastre mediterránea debido a las restricciones de horarios, días de trabajo y zonas de pesca que impone, y amenaza, señalan, la actividad de 600 buques españoles y más de 17.000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos.

Además, el sector se enfrenta también a la futura aprobación del nuevo reglamento de control pesquero de la UE que, entre otras medidas, pretende introducir cámaras a bordo de los buques, lo que, a juicio de los pescadores, significa tratarles «como presuntos delincuentes».

El Plan Plurianual de Pesca en el Mediterráneo Occidental, adoptado en el 2019 y en vigor desde enero de 2020 para regular la pesca demersal con el objetivo de lograr en el 2025 el rendimiento máximo sostenible (RMS), ha supuesto un camino lleno de escollos para la flota de arrastre que faena en estas aguas, según los pescadores.

El paro de la flota del Mediterráneo ha coincido con la celebración del debate 'online' Construyendo un futuro sostenible para las pesquerías del Mediterráneo, conducido por el presidente de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, Pierre Karleskind, y la eurodiputada española Clara Aguilera, en el que los representantes del sector han expresado su «frustración ante el abandono» que sufre esta flota y han solicitado la modificación del plan de gestión, teniendo en cuenta no solo la sostenibilidad medioambiental, sino también la sostenibilidad social y económica.

De esta forma, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías, Basilio Otero; el director ejecutivo de la Asociación de Organizaciones de Productores del Mediterráneo, Bertrand Wendling; el presidente de la Unión de Cooperativas del Mar de España, Antonio Marzoa; y el secretario general de Cepesca, Javier Garat, han insistido en la necesidad de tener en cuenta datos científicos actualizados para ajustar las medidas al estado real de los stocks, así como reconocer la sostenibilidad de un arte de pesca como el arrastre, que es el motor económico de muchas comunidades pesqueras del Mediterráneo.