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El granero del norte de España espera el tren

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

SOMOS MAR

MARCOS MÍGUEZ

El Puerto de A Coruña mueve la mitad de las materias primas para piensos usadas en Galicia. La mayoría aún pasa por el muelle del Centenario por la falta de enlace ferroviario en punta Langosteira

30 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Puerto de A Coruña es el que más cereales mueve de todo el norte de España. El año pasado se descargaron en sus muelles 1,7 millones de toneladas de maíz, trigo, cebada, harina de soja, forrajes y otros cereales y productos agroalimentarios. Es casi la mitad de las materias primas que usan las 110 fábricas de pienso para alimentación animal que hay en Galicia. Alimentan a millones de animales que producen leche, huevos y carne, entre otros productos. Dan trabajo a más de 1.300 personas en la comunidad.

Los productores están agrupados en la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Agafac), que dirige Bruno Beade. Se mueven en un mercado mundial, ya que España es «muy deficitaria» en producción de esas materias primas, señaló Beade, y la mayor parte de la cosecha nacional se dedica al consumo humano. De hecho, el 75 % del cereal que pasa por el puerto coruñés es de importación.

De los 1,7 millones descargados en el 2020, un millón se movió por el muelle del Centenario y el resto por Langosteira. Las empresas, explicó el director, están «deseando» mudarse al puerto exterior, porque la situación actual les obliga a duplicar costes.

Pero el Centenario tiene una ventaja: el tren, que permite mover grandes cantidades de cereal a las fábricas con un precio mucho más reducido. Esta misma semana llegó un gran carguero al puerto, el Key Discovery, con 70.000 toneladas de maíz. Descargó en el Centenario porque estos días había «más capacidad de almacenamiento» que en punta Langosteira, afirmó Beade.

Los productores han construido almacenes en el Centenario y Langosteira. Los primeros tienen años y se nota, hay falta de luz, y más cuando se levanta el polvo de los cereales. Las columnas que los sostienen dificultan el trabajo de las máquinas. Los de Langosteira se sostienen sobre contrafuertes, sin necesidad de columnas, son modernos y luminosos. Empresas como el grupo Nogar, TMGA o Pérez Torres han invertido más de 60 millones de euros allí, y en próximos años seguirán mejorando las instalaciones hasta superar los 118 millones. Entre otras mejoras, instalarán cintas transportadoras, como las que del Centenario, para llevar la carga a los almacenes. Pero serán más modernas, y se evitarán las nubes de polvo que a veces sobrevuelan ese muelle.

Esa es otra ventaja de moverse a Langosteira, señala Beade, ya que se evitará cualquier molestia a la población. Para el Puerto, la mudanza también será ventajosa. El Centenario, con sus 16 metros de calado, es un muelle óptimo para dedicarlo a las mercancías limpias que se moverían a través de una terminal de contenedores, una infraestructura que la Autoridad Portuaria no puede implantar hoy por falta de espacio.

La pieza para hacer funcionar el engranaje es el enlace ferroviario de Langosteira, que también permitirá liberar por completo el muelle de San Diego, donde se descargan otros graneles que también necesitan ese medio de transporte. Los productores de alimentos compuestos, como todo el tejido empresarial de A Coruña, reclaman esa obra desde hace años. El Gobierno se ha comprometido a ejecutarla, y ha presentado el proyecto del tren, valorado en más de 150 millones de euros, a los fondos europeos Next Generation. La previsión del Gobierno central es licitar la obra cuando se confirmen esas ayudas, en otoño. Si los plazos se cumplen, empezará a funcionar en el 2026. Será un día clave para el puerto y para sectores industriales como el agroalimentario.

El cereal que se descarga en la ciudad alimenta a 42,3 millones de gallinas, 260.000 vacas, 506.000 cerdos y 94.200 ovejas y cabras

Los 1,7 millones de toneladas de cereales que se descargan en el puerto de A Coruña sirven para fabricar piensos para alimentar a casi 42,3 millones de gallinas, 260.000 vacas, 506.000 cerdos y 94.200 ovejas y cabras. Son los animales necesarios para mantener más de 22.500 explotaciones, que producirían 19,6 millones de docenas de huevos, 1.400 millones de litros de leche y más de 231.000 toneladas de carne.

El puerto es por tanto estratégico para un sector puntero, en el que Galicia ocupa el quinto lugar dentro de España; y España el primero dentro de la UE.

El sector, subrayó Bruno Beade, se ha profesionalizado desde la crisis de las vacas locas. El uso de cereales de importación ha permitido estandarizar la producción, y el propio sector analiza los productos para garantizar que son saludables. El sistema Galis, que en A Coruña tiene un laboratorio en el puerto y trabaja en colaboración con la UDC, ha sido utilizado como modelo en otras comunidades españolas.

Pero la dársena de A Coruña también es clave porque parte de las materias primas solo pueden moverse en barco, señaló Beade. La normativa de la UE es «la más estricta del mundo», subrayó, y entre otras medidas prohíbe por completo el uso de harinas cárnicas. Antes eran la principal fuente de proteínas para los animales, pero ahora es preciso recurrir a las vegetales. La solución es la soja, que se importa en grandes cantidades de América. Argentina es uno de los principales productores, también Estados Unidos. En las orillas del Misisipi, explicó Beade, se han construido enormes plantas extractoras para separar el aceite de la harina de soja: la materia prima que acaba llegando al puerto para añadir proteínas a los piensos.

Por lo general viaja en barcos de menor tamaño, pero «tres o cuatro veces al año» llegan hasta A Coruña graneleros como el Key Discovery, capaces de transportar 70.000 toneladas, y que por su tamaño encontrarán un refugio más cómodo en Langosteira cuando el puerto exterior cuente con el enlace ferroviario.

La cantidad exacta de cada ingrediente en el pienso depende del animal al que está destinado, señaló Beade. Las empresas almacenan sus reservas en el propio puerto, tanto en el Centenario como en Langosteira, ya que las fábricas no suelen tener depósitos para mas que un par de días. Por ese motivo las operaciones de transporte son continuas, y el tren abaratará su coste.