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Mar se presentará como acusación particular contra el furtivo del torpedo

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Torpedo intervenido en Muxía a un furtivo
Torpedo intervenido en Muxía a un furtivo Ana García

Contra él se sigue una causa penal por un delito contra la flora y la fauna

17 may 2021 . Actualizado a las 04:45 h.

No es la primera vez que la Consellería do Mar se presenta como acusación particular en una causa relacionada con el furtivismo en Galicia. Suele hacerlo cuando llegan al juzgado todas aquellas operaciones en las que se desmantelan tramas de extracción y comercialización de vieira con elevados niveles de toxina amnésica. Y se persona porque, aparte de todo el daño causado por los irregulares a los recursos naturales y al colectivo de profesionales que vive de su explotación legal, se adentran ya cuestiones tan delicadas como la salud pública, pues se pone en riesgo a los consumidores.

Pero era raro que se presentase en una causa judicial abierta contra un único investigado. Hasta ahora. La Consellería do Mar ha decidido personarse por la vía penal en el caso por delito de furtivismo que se sigue contra un constructor de Gondomar que fue sorprendido en dos ocasiones utilizando un torpedo submarino para extraer percebes. Sin el perceptivo pérmex (permiso de explotación), por supuesto.

Primero fue descubierto por el Equipo de Respuesta Policial (Erpol) de la Policía Nacional en Arteixo. Era junio del 2019 cuando se le vio operando entre Barrañán y el puerto exterior valiéndose de ese scooter subacuático que permite desplazarse varios kilómetros bajo el agua. Iba, además, pertrechado con un arsenal de artilugios, algunos diseñados exprofeso para robar marisco: anclas, linternas, rebarbadoras e incluso rasquetas adaptadas especialmente para alcanzar bien las piñas del fondo. Todo ese material le fue incautado en ese golpe.

 Pero casi año y medio después, el mismo individuo volvió a ser interceptado, en esta ocasión por la Guardia Civil y los vigilantes de la cofradía de Muxía, empleando en sus concesiones un torpedo similar. Otro distinto, pues el anterior le había sido requisado y permanece todavía en las dependencias policiales. El último, además, había sido modificado para poder permanecer durante más tiempo actuando bajo el agua.

Pero si la primera vez que fue sorprendido se le habían encontrado 44 kilos de percebe en su poder -en un momento en el que el valor de mercado podría alcanzar los 5.400 euros-, en el segundo operativo no pudo recuperarse el botín, por lo que la denuncia penal pendía de un hilo.

Sin embargo, las investigaciones realizadas por la Erpol, equipo que desarrolla labores de prevención de la pesca y el marisqueo ilegal, consiguieron encontrar más pruebas de su supuesta vinculación al furtivismo y sustentar que las brújulas, los móviles impermeabilizados o las botellas de oxígeno que se encontraron en su vehículo no eran para otra cosa más que extraer y posteriormente comercializar recursos marinos de forma ilícita y sin garantías sanitarias.

Ese atestado -realizado después de que la jefatura territorial de la Consellería do Mar en A Coruña comunicase los hechos a la Erpol- es, según la Xunta, lo que ha motivado su decisión de personarse como perjudicada en la causa, pues sustenta la infracción penal iniciada por un vigilante de la Cofradía de Muxía.

Y si la Consellería do Mar se siente perjudicada por las actividades del furtivo del torpedo es porque «o marisqueo ten unha grande importancia social en Galicia, xa que dela dependen os ingresos de arredor de 3.800 persoas, na súa gran parte mulleres, e o furtivismo supón unha ameaza contra o medio de vida destas persoas e vai en contra da explotación sustentable dos recursos», argumenta.