Patrocinado porPatrocinado por

Trece dragados de las Rías Baixas quedan en el aire al anular Madrid los vertidos al oeste de Sálvora

Marcos Gago Otero
Marcos Gago PONTEVEDRA / LA VOZ

SOMOS MAR

CAPOTILLO

Portos señala que la decisión ministerial afecta directamente a la actuación prevista en el canal del Lérez, en Pontevedra

28 abr 2021 . Actualizado a las 01:04 h.

Doce dragados portuarios en las Rías Baixas y el del canal del Lérez en Pontevedra, previstos por Portos de Galicia, se han quedado en el aire y sin fecha para su ejecución. La presidenta de Portos de Galicia, Susana Lenguas, comunicó esta mañana a las cofradías pontevedresas la decisión del Gobierno central de «non permitir máis depósitos de áridos ata a realización dun estudo de alternativas no punto de depósito que o Ministerio de Transición Ecológica tiña autorizado con carácter permanente» en este ámbito. La Xunta se refiere a una zona en mar abierto en el exterior de la ría de Arousa y por fuera del entorno protegido de la isla de Sálvora, una ubicación que aunque utilizada por Madrid y Santiago desde 1998, sí encontró resistencia en los últimos años en las cofradías arousanas, sobre todo ante la previsión de depósito de los áridos procedentes del Lérez. Según señalaron desde Portos, la decisión ministerial «afecta ao conxunto das dragaxes previstas para todo o sur de Galicia e de xeito concreto ao proxecto de dragaxe do Lérez». Se da la circunstancia de que apenas unas semanas atrás la Xunta anunció la tramitación de dragados para una treintena de puertos gallegos, con la contratación de los estudios previos para los trabajos. Los proyectos situados entre Muros y A Guarda ahora se ven directamente afectados y se corresponden con actuaciones en A Pobra, Palmeira, Portosín, Rianxo, Testal, Aguete, Arcade, Cesantes, Meloxo, Pontevedra, Santo Tomé y Tragove.

Susana Lenguas explicó esta circunstancia a los patrones mayores de las cofradías que gestionan la lonja de Campelo -Pontevedra, Lourizán y Raxó-, así como al presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, que habían pedido un encuentro con la presidenta de Portos para conocer cómo estaba la tramitación del dragado del canal del Lérez.

La responsable autonómica manifestó que «a decisión do Goberno central conleva unha nova tramitación para o depósito do material da dragaxe do Lérez, que non poderá realizar ata presenta ao ministerio un estudio de alternativas ao punto que se viña utilizando desde 1998». De esta forma, Lenguas condicionó cualquier avance del programa para el fondo de la ría de Pontevedra a encontrar este punto nuevo de vertido

Ante la trascendencia de la decisión de Madrid, que afecta a las actuaciones en las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa y Muros y Noia, Susana Lenguas expuso que su departamento «está a impulsar con carácter urxente unha comisión técnica coas autoridades portuarias» de Vigo, Marín y Vilagarcía, que también se han quedado sin punto de vertido de sus áridos procedentes de dragados y actuaciones semejantes. La idea de Lenguas es que las entidades portuarias estatales colaboren con Portos de Galicia para «propoñer alternativas para un novo punto de depósito». Este objetivo, según indicó la Xunta, «ten carácter prioritario para o ente público autonómico» porque «a autorización dun punto de depósito estable é condición necesaria para a viabilidade dos proxectos de dragaxe de toda a franxa costeira desde Muros cara o sur».

Asimismo, la dirigente autonómica propuso a las cofradías una mesa de trabajo, a través de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, las organizaciones de productores y otras entidades profesionales, junto con las Administraciones implicadas para «afondar nas alternativas para axiliar ao máximo e con garantías a autorización do novo punto de depósito dos materiais a dragar». Y es que hay que tener en cuenta de que la polémica sobre qué hacer con los áridos desechados de obras de este estilo es una cuestión candente que llega a enfrentar a unos pósitos con otros. En el proyecto original para el canal del Lérez se preveía el depósito de áridos de peor calidad al oeste de Tambo, en la ría de Pontevedra. Portos alegaba que este ámbito estaba ya en malas condiciones y que los áridos que se llevasen allí serían siempre mejores que lo que hay ahora. Sin embargo, las cofradías de Bueu, Marín, Portonovo y Sanxenxo se opusieron a que se vertiese al oeste de Tambo alegando que la turbidez resultante en el agua causaría problemas a la pesca y podría acabar con los bancos de navaja del interior de la ría. Finalmente, Portos accedió a reubicar el punto de vertido y echar mano del autorizado de Sálvora, pero entonces los pósitos de Arousa protestaron asegurando que tendría impacto en su ría. En este punto estaban las cosas cuando ahora Madrid ha zanjado la cuestión, anulando el punto de vertido al oeste de la isla arousana. 

Iago Tomé: «A reunión foi moi desilusionante»

El patrón mayor de Raxó y presidente de la lonja de Campelo, Iago Tomé, manifestó, al término del encuentro con Susana Lenguas que «a reunión foi moi desilusionante» porque «a nova normativa do ministerio prohibe que se verta na fosa atlántica e que a última dragaxe que se vai facer alí é a do porto do Grove porque é pequeno». Cabe señalar que O Grove, a diferencia de los otros doce dragados aludidos y el del Lérez, tiene toda su tramitación ambiental rematada por lo que cumple con los requisitos para poder evitar el cambio de postura de Madrid. 

Iago Tomé se mostró muy pesimista con la decisión adoptada por Transición Ecológica. «Din que hai que buscar outra zona para os vertidos pero é difícil, porque ¿onde os vas botar?». La opción de tratarlos en tierra es algo por explorar, pero multiplicaría exponencialmente el coste y no está claro que fuese viable, sobre todo en intervenciones tan voluminosas como la actuación en el Lérez o en los puertos estatales de la provincia. Tomé no ocultó su malestar cuando escuchó la decisión ministerial. «Quedamos todos de pedra, porque xa non é que me preocupe so o noso dragado, sino que iso afecta tamén a todos os demáis portos e non hai lugar onde se poida botar».