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Galicia rebatirá con cifras los 2 millones que el fondo del «brexit» da a su pesca

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CONCHI PAZ

Calculará el impacto indirecto, como la cesión de cuota en otros caladeros

20 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Medir el impacto del brexit en la pesca europea no es un simple dos más dos. Y, sin embargo, eso es lo que parece haber hecho la Comisión Europea a la hora de repartir el fondo de ajuste entre los países que han visto mermadas sus cuotas para seguir pescando en las que ahora son aguas británicas. Ha reservado más para los países que más flota tenían allí faenando, sin añadir a los sumandos otros efectos indirectos. Así es que Bruselas despacha a la pesca española con 2,2 millones de euros, frente a los 156 que adjudica a Dinamarca.

Semejante brecha ha llamado incluso la atención del Tribunal de Cuentas de la UE, que, aparte de la manga ancha que se da para su gasto, ha recriminado en un informe la descompensación existente en las asignaciónes a los países.

La Xunta tampoco comulga con ese reparto. Cree que las consecuencias de entregar el 25 % de las posibilidades de pesca al Reino Unido a cambio del acceso a sus aguas durante cinco años y medio supera con creces esos 2,2 millones con los que Bruselas quiere enmendar el roto de su flota. Así que ha sacado su propia calculadora y se dispone a echar sus propias cuentas. Elaborar un informe sobre el impacto económico que el acuerdo con el Reino Unido tiene sobre el sector pesquero gallego es una de las líneas de actuación decididas por el grupo de trabajo del brexit creado en el seno del Consello Galego de Pesca y que ayer se reunió con la conselleira de Mar, Rosa Quintana. El informe es fundamental para que Galicia pueda defender la necesidad de que en el fondo de ajuste del brexit se incluyan también compensaciones para los efectos indirectos en la pesca, «incorporando aspectos como o impacto en augas de terceiros países ou internacionais, así como a menor rendibilidade polas dificultades para xerar intercambios».

Eso para empezar. El paso siguiente será elaborar un documento sobre los impactos sociales y económicos de la flota que faena en aguas compartidas con el Reino Unido con vistas a determinar los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas ya no de este año, que aún están en negociación, sino para el 2022. El objetivo es que estos aspectos de la sostenibilidad se tengan en cuenta junto a los medioambientales a la hora de fijar las posibilidades de pesca.

Otra de las decisiones adoptadas por el grupo de trabajo gallego, según informa la Consellería do Mar en un comunicado, es tratar de recomponer la unidad que había entre los países costeros de la Unión antes de fijar los términos del acuerdo de divorcio con el Reino Unido. Una unión que saltó por los aires en la Eurocámara la semana pasada precisamente a cuenta del reparto del fondo de ajuste del brexit.

Otra «Declaración de Santiago»

La fórmula que se le ha ocurrido al grupo para restañar las heridas ha sido suscribir, en colaboración con la Alianza Pesquera Europea (EUFA), una tercera carta de apoyo a la flota europea. Sería una tercera Declaración de Santiago, que se sumaría a las firmadas en octubre del 2017 y junio del 2020 por el presidente da Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Esto, a decir de la Xunta, «contribuiría a mostrar a unidade de acción das rexións pesqueiras europeas nas negociacións postbrexit».

Del mismo modo, el Consello Galego de Pesca apuesta «pola celebración de encontros con outras rexións costeiras atlánticas con intereses coincidentes con Galicia, como poden ser as francesas ou irlandesas, para analizar vías de colaboración que poden ser claves na negociación tralo período transitorio do brexit, máis aló do 2026». Precisamente, el punto que marca el fin del período transitorio del acuerdo con el Reino Unido debería ser también la meta del fondo de ajuste, una reserva que, a juicio de Quintana, tendría que subir de los 600 millones con los que está dotado ahora hasta los 1.000.