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El pulpo gallego fresco desaparecerá nueve semanas

s. s. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Marcos Creo

Mar toma la decisión tras un debate, por momentos acalorado, entre las tres federaciones

30 abr 2021 . Actualizado a las 09:09 h.

Nueve semanas, cinco más que en el 2020 y una más que las ocho habituales en años anteriores, durará la veda biológica del pulpo en Galicia. El Octopus vulgaris fresco genuinamente gallego, ese de sabor inigualable porque se alimenta de crustáceos, desaparecerá de las lonjas del 30 de abril al 5 de julio. Es el tiempo que le conceden para reproducirse y criar, un intento de contribuir a su recuperación tras un 2020 que ha sido el peor del siglo en ventas, solo un millón de kilos, el 42 % del promedio anual.

Mediante votación se resolvieron las discrepancias entre las federaciones de cofradías durante la Comisión do Polbo celebrada este miércoles y dirigida por la Consellería do Mar. Al encuentro acudieron con una posición mayoritaria los pósitos de la provincia de A Coruña, que proponían una veda biológica de tres meses. Parte de los de Pontevedra se decantaban por que durase entre mes y medio y dos meses y otra parte respaldaba los tres meses. También lo tenían claro los A Mariña de Lugo, que planteaban mes y medio.

Desde Mar no entran en detalles sobre los debates, acalorados por momentos, en esa reunión presencial. Confirmando lo apuntado por los pescadores, que han detectado en los caladeros grandes desoves con los que no contaban, las informaciones que maneja la consellería «apuntan a unha melloría biolóxica da especie, o que anima a pensar que a próxima pode ser unha boa campaña». Si es así, comenzará a percibirse en la segunda semana de julio, cuando volverá a los mercados un cefalópodo prohibido para pescadores profesionales y recreativos a partir del 1 de mayo.

Sin más novedades relevantes que la ampliación del paro, el plan de gestión del pulpo ha sido «consensuado co sector e ten en conta a situación do recurso como os intereses do sector, co obxectivo de buscar o equilibrio entre a sustentabilidade biolóxica e a rendibilidade económica», indican desde Mar.

«Decepción e enfado» transmite Basilio Otero, presidente de la federación lucense de cofradías. Los naseiros de A Mariña, minoritarios en la Comisión do Polbo, protestan al no haberse tenido en cuenta que la mayoría de ellos ya llevan un mes permitiendo la recuperación del pulpo porque se han centrado en la xarda. Ahora que acaba esa pesquería estacional, con el octópodo vedado, «quedamos sen a alternativa dos recursos específicos que si teñen na Coruña e Pontevedra», añade. Por lo que plantearon sus representantes, las nueve semanas se aproximan a las aspiraciones de la mayoría de coruñeses y pontevedreses.